La Memoria Institucional de Cáritas en la diócesis de Valencia correspondiente a 2011 presentada ayer deja una preocupante radiografía de la pobreza en la ciudad. Las personas atendidas por la organización asistencial han aumentado en un 23%. La institución atendió el año pasado a 92.856 personas.

Los programas de alimentación, medicamentos, y gastos escolares representan las partidas más elevadas en los gastos de Cáritas. En concreto, en 2011 se destinaron 1,7 millones en este concepto.

El programa de vivienda de Caritas ofreció techo a 29 personas en las 12 viviendas que coordina. Además, otras 69 personas se albergaron en las instalaciones destinadas a personas sin hogar e inmigrantes.

Caritas destinó un total de 566.956 euros a apoyar a las familias que no pueden hacer frente al pago del alquiler de su casa ni a los recibos de luz, agua, gas, así como a las víctimas de desahucios.

La institución realizó 34 cursos para la integración social de los inmigrantes y de formación laboral, en los que participaron 657 personas durante 2011. El programa de empleo logró la inserción laboral de 1.710 personas.

La portavoz de Cáritas, Fani Raga, agradeció, el apoyo y la confianza de los valencianos que se ha traducido en un incremento del número de voluntarios -4.189-y en el aumento de los donativos procedentes de fondos propios que se han incremento en un 77%.

Cáritas tuvo el año pasado unos ingresos de 3,7 millones de euros. Casi la mitad (un 46%) se invirtieron el los programas de ayuda a personas sin hogar, inmigrantes, mujeres prostituidas y personas en riesgo de exclusión social. En total, Caritas destinó 4,1 millones a la atención de las personas en riesgo de exclusión.

Según Cáritas, la pobreza en la Comunitat es cada vez "más intensa, más extensa y más crónica". La organización reclamó ayer más financiación pública de los sistemas de los servicios sociales, educativo y sanitario.