La conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente creará en los próximos días un "cinturón de hierro" sobre el lago de la Albufera para evaluar la presencia real de siluros en el espacio natural. Para evitar la expansión de esta especie en el lago, la conselleria asumirá con medios propios la vigilancia y control de 26 acequias por las que es posible la llegada del "Silurus glanis" a la gran laguna.

Además, las cofradías de pescadores de Catarroja, El Palmar y Silla quedan obligadas a informar durante los próximos diez días de todas las capturas que hagan en sus salidas de pesca, con detalle del número y especies que caen en sus redes.

El director general del Medio Natural, Alfredo González, presidió ayer una reunión de coordinación en la que participaron todas las instituciones con competencias sobre la Albufera y en la que se acordó profundizar en el conocimiento sobre la expansión real del siluro en el lago como paso previo a la adopción de un verdadero plan de actuaciones cuyo contenido nadie se atreve a aventurar.

De momento, la conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente lanza insistentemente un mensaje tranquilizador que huye del "alarmismo" y prefiere pensar que la aparición de ejemplares de siluro en Fortaleny y la acequia del Brosal en apenas 15 días es fruto de una casualidad o en todo caso de una única introducción forzada de alevines- los ejemplares detectados en Fortaleny la "sequía del Brosal parecían tener la misma edad- que podría fracasar. Alfredo González explicó que una pareja reproductora capaz de crear una colonia en el lago debería haber sido advertida. "Me dicen que se hacen notar", manifestó.

Por otra parte, un técnico del servicio de Biodiversidad de la conselleria de Intraestructuras y Medio Ambiente que participó en la reunión, tranquilizó a los presidentes de las cofradías de pescadores asegurando que el impacto que había tenido el siluro sobre las capturas en el Delta del Ebro- el ecosistema húmedo más parecido al de la Albufera- había sido mínimo a pesar de que esta especie invasora fue detectada ya en 1985 en el parque natural de Cataluña.

El jefe de Servicio de Biodiversidad, Juan Jiménez, aludió a un estudio realizado en el Delta del Ebro donde se observa como las capturas de siluro han quedado estabilizadas e incluso se encuentran a la baja, lo que parece indicar que, en su opinión, no existe un elevado índice de reproducción sino la suma de muchos ejemplares que llegan desde aguas arriba.

Planes

La Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente ha puesto en marcha un plan de prospección de siluro en l'Albufera "a fin de evitar los daños que pudiera provocar este pez exótico en el ecosistema natural".

En la reunión técnica celebrada ayer en la sede del Parque Natural de la Albufera se aprobó un protocolo de muestreo para la localización de ejemplares que se llevará a cabo en todas las zonas inundadas del parque "que tienen las características de hábitat adecuadas para la proliferación del siluro".

Las prospecciones, en las que participan las comunidades de pescadores y la propia conselleria se coordinarán desde el Centro de Investigación Piscícola de El Palmar, de la Conselleria de Medio Ambiente, y en ellas participaran el equipo de este centro, las Brigadas de Biodiversidad de Valencia y un equipo del Proyecto LIFE Trachemys especializado en combatir la plaga del galápago de Florida. "Todos ellos disponen de las técnicas y conocimientos de manejo de fauna acuática y de prospección mediante pesca", añadió González.

Técnicos del Caza y Pesca de la Conselleria de Medio Ambiente realizarán prospecciones en 26 acequias del ámbito del Parque Natural, principalmente en los términos municipales de Sueca, Sollana, Silla y Albal donde se colocarán redes o "mornells" similares al que atrapó a un ejemplar de siluro en una acequia de Catarroja.

Esta prospección intensiva comenzará hoy y se desarrollará a lo largo de diez días aunque este periodo podrá prorrogarse en función de los resultados obtenidos en las prospecciones, según el director general.

Por otro lado, los pescadores de las tres cofradías que operan en el lago quedan obligados a informar sobre todas sus capturas en los próximos diez días y a notificar el detalle a la conselleria. "Queremos saber qué se está pescando en el lago y en qué proporciones. Además del siluro podría haber otras especies exóticas presentes en el lago y esta es una información básica para tomar decisiones", concluyó.