El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, escogió ayer la celebración de la Noche de la Economía Alicantina para anunciar que el 9 d'Octubre, día de la Comunitat Valenciana, y el 19 de marzo, festividad de San José y día grande de las fallas, pasarán a celebrarse en lunes. El nuevo calendario festivo, que el Consell aprobará entre finales de septiembre y principios de octubre de este año, empezará a aplicarse en 2013. Con la modificación, las próximas fallas se quemarían el 18 de marzo y el día de la Comunitat se celebraría, previsiblemente, el lunes 7 de octubre. La medida no afectará a la celebración del 9 d'Octubre de este año.

Con esta decisión, que cogió ayer por sorpresa al Ayuntamiento de Valencia, Fabra responde a la propuesta que Mariano Rajoy lanzó en su debate de investidura de acabar con los puentes festivos y trasladar las celebraciones -exceptuando las de mayor arraigo- a los lunes con el objeto de favorecer a la economía y, en palabras de Rajoy,"fomentar la eficiencia del mercado de trabajo". Ayer, Alberto Fabra, cuantificó el impacto económico de la medida en 786 millones de euros.

El Consell da así la razón a los hosteleros que desde hace años reclaman trasladar la "cremá" al tercer lunes de marzo con objeto de alargar al máximo el fin de semana de las fallas y por tanto los ingresos que dejan los visitantes y turistas. La Federación Valenciana de Hostelería asegura que cuando las fallas caen en fin de semana los visitantes se multiplican en un 300%.

Además de los hosteleros, las fallas de la sección Especial -las más visitadas, algunas previo pago- y el portavoz del PSPV de Valencia, Joan Calabuig, se han posicionado a favor de fijar la festividad de San José el lunes.

La mayoría de los falleros rechazan el traslado de la festividad de San José -la propuesta fue votada y tumbada en un referéndum en la Junta Central Fallera- porque no terminaban de verla necesaria. El grueso de los falleros piensan que responde más a intereses económicos de un determinado sector que a la tradición.

El propio presidente de la Junta Central Fallera y concejal de Fiestas, Francisco Lledó, se ha mostrado reacio a cambiar la celebración. "No me veo quemando los monumentos un 21 de marzo", declaró en una reciente entrevista a Levante-EMV. El ayuntamiento no tenía en sus planes, salvo que fuera una imposición de Madrid, modificar el calendario fallero. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se mostró ayer cauta ante el anunció y declinó hacer declaraciones en relación al traslado al lunes de la festividad de San José.

Entre los detractores, también se encuentra el comercio de la ciudad que, a priori, no se beneficiaría de la medida porque serían dos días festivos seguidos (domingo y lunes) con sus establecimientos cerrados.

El paso al lunes de las dos festividades de compentencia autonómica no afectará al lunes de Pascua que "será inamovible como fiesta propia", destacó Fabra quien subrayó que el objetivo de esa medida es "incentivar la actividad comercial y mejorar la productividad".

Según Fabra, la situación actual exige el compromiso de todos por lo que instó también a todas las entidades locales a que hagan lo mismo con sus fiestas locales. El ayuntamiento de Valencia tiene potestad para fijar la celebración de San Vicente Ferrer y San Vicente Mártir.