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­Pepa Salavert es la bibliotecaria del Hospital La Fe y acaba de ser nombrada Bibliotecaria del año por la asociación del ramo de la Comunitat Valenciana. Es una de las encargadas de un centro muy especial que atesora más de 10.000 ejemplares de donaciones particulares e institucionales, repartiendo buenos momentos a pacientes y familiares.

¿Cómo ha sido la experiencia de recibir el premio?

Estoy contenta. Si ser bibliotecario es ya una de las profesiones más bonitas, es más gratificante que compañeros de la misma profesión reconozcan tu labor, y te digan sí que es útil el trabajo que estás haciendo. Recuerdo que la Asociación de Bibliotecarios de la Comunitat Valenciana me llamó por teléfono y me dijo lo del galardón. Hay dos categorías: la de bibliotecario del año y la de honor. El primero, premia al profesional, y el de honor suele corresponder a una persona con más glamour.

¿Qué aporta una biblioteca como la suya en el día a día de los enfermos del hospital?

Es un espacio dedicado principalmente para la biblioterapia, motivo por el que se fundó. Pero también es un lugar para la cultura, el recreo y la información, para todo. Es una vía de escape para la rutina diaria del hospital.

¿Cómo fomentan el uso del servicio a los pacientes y familires del hospital?

En todas las salas con enfermos hay un cartel que informa sobre los servicios bibliotecarios. En las salitas de estar hay una bandeja en la mesita con todos los fondos bibliográficos. Además hay unos ordenadores con un programa que permite buscar por listados de autor, título, materia y signatura topográfica.

¿Qué tipo de libros son los más demandados?

La gente quiere cosas amenas, que no sean pesadas. Novelas es lo que más se lee y nos piden recomendaciones. Según la persona que sea aconsejo una cosa u otra, y solemos acertar. Esta es una biblioteca muy especial.

La estancia en el hospital suele ser corta, ¿los pacientes disponen de tiempo suficiente?

A los enfermos no les damos un tiempo limitado. Hay enfermos que en dos días se leen un libro y enseguida vienen a cambiarlo o lo llevamos a la habitación. Pero hay veces que se encuentran mal y en una semana no tienen ganas de leer. Y en el caso de que les den el alta y lo quieran terminar, solo tienen que avisar para que se lo pueden llevar. Luego cuando vuelven a una revisión lo devuelven.

¿Se lee más en valenciano o en castellano?

La gente apenas lee en valenciano. Son los niños los que más lo hacen. Los adultos, salvo las personas mayores, no suelen pedir novelas en valenciano. De 10.000 libros en almacén, sólo unos 250 son en valenciano.

¿Qué es lo que define a un bibliotecario?

Un bibliotecario es una persona que entra en un almacén de libros, lo organiza, y lo convierte en un centro de cultura, de biblioterapia, de información, de recreo. Un bibliotecario es un difusor de cultura. Pero entendida como cultivo de las posibilidades y conocimientos para que tengamos un juicio crítico. Eso es lo que nos falta un poco, un juicio crítico sobre todo en la sociedad actual.