El restaurador de la Catedral de Valencia, el arquitecto Salvador Vila, llamó ayer la atención sobre el daño que las zonas ajardinadas con arbolados que rodean la catedral están provocando por la filtración de agua en el monumento. Estos jardines, un añadido de hace 30 años, los mantiene el Ayuntamiento de Valencia que, de momento, ha hecho oidos sordos a las quejas del cabildo de la Catedral. Según Vila, "las raíces están haciendo mucho mal".

El arbolado impide la visión del edificio protegido, vulnerando la ley de Patrimonio Histórico. Según Vila, en la calle Miguelete, adosado a la Seo, hay "un olivo que es regado todos los días, que ha tenido un crecimiento desproporcionado y que tapa por completo una de las joyas de la Catedral: la capilla de San Vicente Ferrer, del siglo XIII. Es, según Vila, la única capilla lateral con fachada gótica que queda en toda la catedral y las ramas del olivo impiden verla. Las ramas tampoco permiten apreciar las gárgolas zoomórficas o una ventana de la misma época que se conserva perfectamente. Los jardines están causando humedades y grietas, algo que, según el arquitecto, "se puede apreciar a simple vista". Vila insistió ayer en que "ninguna catedral del mundo tiene arboles alrededor".

El cabildo ha remitido a la Conselleria de Cultura el proyecto de restauración exterior y reposición del pavimento en el que desaparecen los jardines. Una vez que la Dirección General de Patrimonio autorice el proyecto, se tramitarán los permisos en el Ayuntamiento de Valencia.