En la ciudad de Valencia cada año se recicla más y mejor. Sin embargo, el ayuntamiento recoge cada vez menos papel y cartón de los contenedores selectivos. ¿El motivo? La proliferación de hurtos en los depósitos azules para conseguir lo que se ha convertido en un bien preciado, principalmente por el aumento que ha sufrido su precio en el mercado.

Durante el año pasado, el ayuntamiento de la ciudad recogió 3.500 toneladas menos de papel y cartón "como consecuencia de la proliferación de hurtos", según aseguraron fuentes de la concejalía de Medio Ambiente que dirige Maria Àngels Ramón-Llin. Esta cuantía supone un 24 % menos que el año anterior. En este sentido, Valencia se sitúa en la media de las ciudades españolas de más de 500.000 habitantes en las que se ha registrado una reducción media del 26,78 % en la recogida de este material.

Sin embargo, la proliferación de saqueos a los contenedores azules implica una reducción de ingresos en las arcas municipales ya que el precio de mercado que fija la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel) ha subido y este año se sitúa en torno a los 140 euros por tonelada. Esos ingresos municipales se incluyen en los presupuestos y revierten en el propio servicio municipal en el siguiente ejercicio.

Ahora bien, el precio del papel se revisa de forma mensual y se adapta a las fluctuaciones del mercado. El ayuntamiento lleva a cabo una liquidación mensual de toda la producción que recoge la empresa adjudicataria del concurso.

Desde la concejalía añadieron que al problema de los hurtos hay que sumar el de la suciedad y roturas que generan quienes rebuscan en los contenedores.