El presidente de la Cofradía de Pescadores de Valencia, José Ramón Domingo, dimitió el pasado viernes del cargo de patrón mayor de la entidad tras el descontento de la mayoría de los armadores por su gestión al frente de la cofradía durante los últimos meses.

Tras la marcha de Domingo, una junta extraordinaria decidirá esta tarde quién será su relevo y sentará las bases de un plan de viabilidad que trate de aliviar la insostenible situación económica de los pescadores.

Desde la asociación pesquera se asegura que la renuncia de Domingo a la presidencia de la cofradía se debe únicamente a «motivos personales», y se resalta que la compañía prefiere ahora «reservar la información» sobre lo ocurrido.

Sin embargo, a lo largo de las últimas semanas, los responsables de hasta 17 de las 20 embarcaciones de la cofradía firmaron un manifiesto en el que se pedía de forma expresa la dimisión de Domingo, con el objeto de que una nueva directiva afrontara los graves problemas financieros del colectivo. Además, los cinco armadores que han denunciado en los juzgados un presunto desfalco de 700.000 euros en la entidad se reunieron, el pasado jueves, con la secretaria autonómica de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, Mar Casanova, a quien expusieron su profundo malestar por el agujero en las cuentas de la cofradía. Al día siguiente, Domingo abandonaba la presidencia, tras ocho años en el cargo, y dejaba a Vicente Bayo como presidente en funciones de la sociedad.

Junta urgente

Esta tarde está convocada una junta de urgencia de los pescadores y empleados de la cofradía para reestructurar el gobierno de la asociación y evitar que un posible vacío de poder agrave, todavía más, la situación.

Fuentes de la entidad sostienen que la idea de la mayoría de los pescadores es crear una asamblea permanente en la que todos los integrantes de la institución tengan voz y voto en las decisiones que se tomen en el futuro. Entre ellas, cobra fuerza la corriente que prefiere que se aplace la deuda con los proveedores a cambio de que las embarcaciones puedan obtener la liquidez necesaria que permita pagar los sueldos de sus trabajadores.

Sea cual sea la forma que adquiera, la nueva directiva contará con la colaboración del gestor que la Conselleria de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua se comprometió a enviar para tratar de elaborar un plan de viabilidad que salve de la disolución a la cofradía.

A pesar de ello, algunos de los armadores son pesimistas. Reconocen que el estado en el que se hallan las cuentas es crítico y ven complicado que la cofradía pueda mantenerse en un futuro. Por otra parte, subrayan que la petición de la marcha de Domingo no ha tenido relación alguna con cuestiones personales.