No es que la Lonja haya dejado de interesar a los visitantes de la ciudad. La joya de la corona del gótico valenciano mantiene su encanto intacto a lo largo de los siglos, pero lo cierto es que los datos de visitantes al edificio se han visto reducidos con respecto al año pasado. Así, en 2011 se registraron una media de 50.214 visitas al mes de media para un total de más de 600.000, mientras que en el pasado mes de julio se contabilizaron unas 20.000, según datos de Turismo Valencia y de la propia Lonja. La razón hay que buscarla, aseguran, en que ahora hay que pagar la entrada. Aunque el precio no es muy elevado €2 euros, 3 con guía en distintos idiomas€, muchos visitantes se asoman a la puerta, hacen un par de fotos y se van. Se pierden así el 99% del encanto del edificio pero consiguen rellenar la papeleta: Lonja vista y a por otro enclave turístico del centro de la ciudad.

Según datos de la gestión del enclave, cada día se registran unas 600 visitas en la Lonja, al menos en el pasado julio. De ellas, entre 300 y 400 se dan por la mañana y las otras 200 por la tarde. Un 40% de los visitantes son italianos, provenientes del país transalpino gracias a las ofertas de vuelos de bajo coste. Les siguen los españoles: un 20% de los visitantes. Las siguientes nacionalidades, con un 15% de los visitantes, son la holandesa y la francesa. Además, según fuentes de la Lonja, todos los días hay unos 15 valencianos que se quejan de que la Lonja cobre ahora entrada, «acostumbrados como están a que siempre haya sido gratis», señalan las mismas fuentes.

A finales del pasado mes de octubre, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Valencia decidió cobrar una entrada «simbólica», dijeron, para acceder a la Lonja. Esos dos euros que cuesta la entrada, adujeron desde Cultura, pretenden evitar que la gente acceda masivamente a la Lonja para usar los baños. En este sentido, el edifcio fue pionero, pues el pasado mes el Mercado Central también empezó a cobrar para entrar a sus servicios.

1.000 visitantes en fin de semana

Cabe recordar, de todas formas, que la entrada a la Lonja continúa siendo gratis los fines de semana y los festivos. En este sentido, fuentes de la gestión del enclave aseguran que esos días se recibe en la Lonja a unos 1.000 visitantes, muchos de ellos valencianos, que prefieren esperar a los sábados y domingos para reencontrarse con la Lonja o presentársela a nietos, hijos y familiares.

Sin embargo, a tenor de los resultados de este primer verano «de pago», a los turistas les echa para atrás tener que pagar para ver la Lonja. El pasado año visitaron el edificio 602.570 personas, conviritiéndolo así en uno de los monumentos más visitados de la ciudad de Valencia, sólo por detrás del Institut Valencià d´Art Modern (IVAM) o de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y en un punto obligado para la ruta turística del centro de la ciudad. Este año, todo parece indicar que la cantidad se verá reducida y rondará en torno a la que se registró el pasado 2010, con una cifra total de 568.356 visitantes.