Los vecinos de las cercanías del nuevo Jardín del Hospital, junto al Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat -Muvim- han colgado carteles bajo el título "Perros sueltos sí" por los alrededores del flamante nuevo parque -donde hay paneles que rezan "Perros sueltos no"- para quejarse por la falta de "pipicanes" en el jardín. En las notas, que se pueden encontrar en farolas, buzones, paredes e incluso vallas de las obras se puede leer que en se ha olvidado "que los perros deben hacer ejercicio diario que favorezca la sociabilización necesaria para su integración en la ciudad".

Lo que los vecinos tildan de "inexplicable descuido de Rita Barberá" ha derivado, según ellos, "en una creciente desconfianza hacia los perros y una más que desagradable sensación de problemas de convivencia entre algunos segmentos de nuestra población obligados a compartir el espacio público con nuestras mascotas". "Exigimos áreas específicas en este parque, queremos que nuestras mascotas corran y jueguen en libertad", piden los vecinos en sus carteles.

Por su parte, desde la protectora de animales de Valencia, Modepran, su portavoz, Amparo Requena, les da la razón. "Los 'pipicanes' no sirven para nada porque los perros necesitan espacio para correr", indica Requena, que critica que los vecinos del centro "no tienen dónde llevar sus mascotas si no es al río".