El transporte en el área metropolitana va a cambiar sustancialmente. La Agencia Valenciana de Movilidad (AVM), dependiente del Consell y cuyos vehículos de Metrobús son popularmente conocidos como "los autobuses amarillos", anunció ayer que trabajará con los ayuntamientos para "reestructurar las líneas de autobús que compitan con el metro" y evitar así que ambos servicios se solapen, tal como señalaron a Levante-EMV fuentes de la entidad autonómica.

El anuncio de la AVM es fruto de la situación que se vive en la ciudad de Valencia y en algunos municipios de l'Horta como Mislata y Alboraia, cuyos ayuntamientos están enzarzados en una agria polémica con la metrópoli por la supresión de las líneas de la EMT que, durante décadas, han dado servicio a las localidades.

El consistorio del "cap i casal", que asegura que las rutas son "deficitarias", exige cientos de miles de euros por mantenerlas abiertas, pero no todos los ayuntamientos están dispuestos a pagar lo que reclama la EMT. A Mislata le pedía 213.000 euros por la línea 29 (suprimida desde el lunes pasado) y 190.000 más por la 7, mientras que a Alboraia le solicita 140.000 euros por el itinerario 31 y, a Vinalesa, 110.000 por la línea 36. Esta última población ha sustituido el autobús rojo de la EMT por el amarillo de Metrobús (perteneciente a la Agencia Valenciana de Movilidad) a cambio de 35.000 euros al año, 75.000 menos de lo que le exigía Valencia.

Autobús frente a metro

Uno de los argumentos que esgrime la Empresa Municipal de Transportes del "cap i casal" es que las líneas "deficitarias" que atravesaban los pueblos pierden dinero desde que el metro llega a estas localidades. Y ése parece ser, precisamente, el objetivo de la Agencia Valenciana de Movilidad: evitar coincidencias en las rutas de transporte y apostar por uno u otro medio en función de cada caso.

Así, fuentes de la Conselleria de Infraestructuras señalaron ayer que "el servicio prestado por la línea 29 de la EMT en Mislata puede ser atendido por los trenes de Metrovalencia que llegan al municipio". Es decir, no se buscará una alternativa a la ruta 29 porque "el metro hace prácticamente el mismo recorrido que hacía el autobús".

Las cosas serán, sin embargo, diferentes en otros puntos de Mislata "más retirados de la parada del metro" y que, de momento, aún atiende la línea 7 de la EMT, que enlaza la localidad desde el barrio del Quint (situado junto al antiguo Hospital Militar) hasta la barriada valenciana de la Fuente de Sant Luis, inaccesible aún con el suburbano. "En ese caso", añadieron las fuentes, "habría que reorganizar las líneas de Metrobús para dar servicio al área" si, finalmente, se suprime la ruta 7 de la EMT.

"Desde la Generalitat Valenciana junto con los ayuntamientos -finalizaron-, se va a economizar y a hacer un transporte urbano más eficaz y eficiente para los ciudadanos porque el objetivo es reestructurar las líneas de autobús que compitan con el metro".