Los tres alcaldes de los municipios afectados por la supresión de líneas de la EMT, Mislata, Alboraia y Vinalesa, reclamaron ayer al Consell que "absorba de una vez la empresa municipal y cree una verdadera red de transporte metropolitano a imagen y semejanza del metro, con diferentes zonas de tarificación en función de la distancia recorrida".

La idea, que hoy Carlos Fernández Bielsa, mandatario de Mislata, trasladará a la Agencia Valenciana de Movilidad (AVM), ya le fue propuesta al presidente de la EMT, el edil popular de Valencia Alfonso Novo. Sin embargo, éste "se negó siempre a considerarla", criticaron.

Los tres alcaldes, que dentro de unos días empezarán a buscar apoyos entre el resto de mandatarios del área metropolitana, incluso han pensado que las tarjetas o bonos de viaje "se podrían imprimir en diferente color, como ocurre con las distintas zonas tarifarias" del suburbano y "como sucede en otras urbes" como Madrid o Barcelona. "Entendemos que nuestros ciudadanos y los de otras poblaciones de l'Horta tengan que pagar algo más por sus billetes que los vecinos de Valencia porque recorren más distancia, pero no que paguen el doble como pretende la EMT", dijeron.

Sobre la reestructuración de las líneas de Metrobús (los popularmente llamados "autobuses amarillos") que ayer anunció la AVM en Levante-EMV, los mandatarios aseveraron que "es un parche más" y reclamaron "una auténtica red metropolitana de transporte".

Los tres expusieron su reivindicación durante una rueda de prensa conjunta para denunciar "la pantomima" de las reuniones celebradas con Novo. "No es cierto que no queramos negociar, pero no vamos a aceptar la imposición intolerable de Valencia", dijo el mislatero Fernández Bielsa.

Tanto él como Miguel Chavarría (Alboraia), o Julio Martínez (Vinalesa), criticaron que los estudios presentados para justificar sus demandas financieras (413.000 euros en Mislata por dos líneas, 179.000 en Alboraia por una, y 110.000 en Vinalesa por otra) "no son objetivos". De hecho, "la cuantificación por coche/hora para calcular el déficit en cada municipio tiene valores diferentes: 47,23 euros en Mislata y 64,25 en Alboraia".

A Vinalesa "ni siquiera le llegó ese estudio y la exigencia económica fue sólo verbal". Su alcalde ha llegado a un acuerdo "a la fuerza" con la AVM por 35.000 euros, 75.000 menos de lo que le pedía la EMT. Aún así, "los vecinos pagarán tres veces más por el billete".

"No tienen voluntad de arrimar el hombro"

Para el Ayuntamiento de Valencia, las exigencias de Mislata, Alboraia y Vinalesa por mantener las líneas de la EMT son "razonables y justificadas". De hecho, ayer el presidente de la entidad, Alfonso Novo, recordó que "son los ciudadanos de Valencia quienes están pagando el servicio de autobuses a otros ayuntamientos y no parece razonable que sus alcaldes se crean con el derecho a seguir exigiendo que siga siendo así". Según Novo, "resulta profundamente insolidario que estos alcaldes critiquen y no tengan voluntad de arrimar el hombro para hacerse cargo de lo que a cada uno le corresponde".