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Mal, muy mal le ha sentado al Ayuntamiento de Valencia la postura de la Confederación Empresarial Valencia (CEV) contraria a la ampliación del Palacio de Congresos, uno de los pocos proyectos que el consistorio da por seguro. Quien verbalizó ese malestar fue el vicealcalde Alfonso Grau, que calificó de "frívola" y "precipitada" la postura de la patronal y le recordó que no tienen competencias en el Gobierno Local.

Con este enfrentamiento se recrudece aún más la polémica ampliación del recinto que dirige José Salinas, mal vista en círculos políticos y empresariales por ser un derroche de dinero (24 millones de euros) en tiempos de crisis y además incrementar su competencia sobre otras instituciones "hermanas" como Feria Valencia.

La pregunta de un periodista bastó para que Grau, que hace tan sólo dos días negó la oposición de los empresarios, se lanzara contra ellos. "Si es una opinión -dijo- es frívola y precipitada", pues "lo mínimo exigible es pedir datos e informes y hablar con conocimiento de causa", cosa que, según Grau, no ha ocurrido. "Y si es un acuerdo -continuó - no nos ha sido trasladado".

Para defender su autoridad sobre el proyecto no dudó incluso en cuestionar la influencia de la patronal en esta materia. Se preguntó Grau "cuáles son las competencias de la CEV en materia de Gobierno Local" y qué valor puede tener el acuerdo alcanzado en su seno. "Que me lo expliquen", reiteró.

Blanco de sus iran fueron concretamente los empresarios hosteleros de Feria Valencia, que habrían sido los más críticos con la idea de potenciar el Palacio de Congresos. A ellos les recordó con sarcasmo que cuando Valencia nació al mundo del turismo le pedían que no diera más licencias hoteleras, algo que antes como ahora va en contra del libre mercado en el que vivimos. Es más, les recordó que si en el entorno de la feria hay hoteles, también hay dos y muy importantes junto al Palacio de Congresos.

Grau recordó, finalmente, que los empresarios apoyaron la ampliación en el Consejo de Administración y les propuso trabajar todos juntos para aumentar la competitividad de Valencia en el complejo mundo de los congresos. "Ese es el futuro", sentenció.

Los empresarios piden respeto

Ante estas críticas, la CEV no quiso responder oficialmente, si bien fuentes de la misma sí reclamaron "el mismo respecto institucional que esta tiene con todas las instituciones".

La cuestión es que el pasado jueves, nada más producirse el debate en la junta directiva de la CEV, su presidente, Salvador Navarro, se puso en contacto con el Ayuntamiento de Valencia -la alcaldesa, Rita Barberá, no estaba en el edificio consistorial- y transmitió de forma oficial su postura contraria a la ampliación.

Barberá, a través de una persona de su confianza, quedó, por tanto, enterada, dicen. Lo más sorprendente de todo es que, tras las declaraciones de Grau, el vicealcalde y el presidente de la patronal se vieron las caras en el comité ejecutivo de Feria Valencia y, según fuentes empresariales, no se abordó este asunto ni de pasada ni en un aparte.

Navarro perdió, por tanto, la ocasión de reprochar a Grau que por la mañana asegurara que el representante de la patronal votó a favor de la ampliación. La verdad es que aquel día el presidente de la CEV no asistió al encuentro porque no había sido convocado. Las fuentes consultadas aseguran que la reunión coincidió con el momento de la transición en el cargo entre José Vicente González y Salvador Navarro, un relevo que no se había materializado en la vocalía que la CEV ostenta en el citado patronato, motivo por el cual su presidente no pudo ser llamado a la reunión.