La asamblea de presidentes de falla dejaron patente al concejal de fiestas, Francisco Lledó, el mensaje que debe transmitir a la Generalitat: que no quieren cambiar el calendario festivo y que hay que quemar el 19 de marzo. Eso sí, la negativa sigue atascada en el argumento de la tradición. De refilón, que no les gusta que se beneficien los comercios del centro, y que no les gusta que las fallas de sección especial hagan caja con los visitantes de más que acudieran. Es decir, que como el cambio no les beneficia, no hay por qué tocarlo. Y, en algún caso, que si alguien tiene problemas para tener los días libres «se busca la vida». Y también hubo oportunidad para recordar a las instituciones que si tantos beneficios generan las fallas, «¿que nos caerá a nosotros, que somos los que lo ponemos todo?».

«A pesar de que a muchos falleros les pueda venir bien laboralmente el cambio, el fallero es tradicional» acabó sentenciando Francisco Lledó, quien salió más bien ileso de una asamblea que se antojaba dura para él. No en vano tuvo que caminar sobre la maroma: justificar la propuesta de sus «superiores» («el Consell lo ha puesto sobre la mesa por la regularización de la actividad económica y laboral, no por beneficiar a la hostelería o a las fallas de Sección Especial») y adherirse al tradicionalismo («para mí, como para creo que gran parte de los falleros, el día de San José es el 19») y reconoció que «no peligraría, pero nos complicaría» la declaración de la fiesta como Patrimonio de la Humanidad.

Había presidentes locos por votar y estampar el «no» en la urna, pero finalmente se impuso el criterio de legitimación: que antes hay que someter la cuestión en los casales para que sea el fallero de base quien vote. Así que la urna, que estaba preparada en el hemiciclo —Lledó se molestó por las insinuaciones de que el no quería que se votara— regresará el próximo día 25, aprovechando el día que se eligen los jurados de las falleras mayores de Valencia. Ahí se consumará la negativa.

«No veo la razón para cambiarlo porque lo conozco así desde mis abuelos» fue el argumento del presidente de Poeta Alberola-Totana, Aquilino Broseta (vinculado tradicionalmente a tesis progresistas), que se reiteró en las siguientes intervenciones.

¿Y qué pasa si la decisión se toma por decreto?. Se escucharon advertencias, más o menos veladas, de si entonces los falleros se declararan en huelga. «A ver qué pasa si decidimos no plantar. Porque entonces se iría mucha gente a la calle y ese dinero que generamos no saldría». Lledó mostró sus dudas de que hubiera que llegar a tanto. «Si nos lo imponen... creo que sería complicado».

Lledó resumió los antecedentes: que explicó a la Generalitat que hacer el cambio en 2013 era contraproducente y que, en todo caso, habría que establecer un debate sin prisas ni aspavientos y pensar en los beneficios o perjuicios del cambio «al margen de la tradición y el sentimiento». Y aventuró que «el 20 de marzo será otra vez el día de la marmota: volverá a ponerse sobre la mesa el debate».

«Dejar en martes la ‘cremá’ de 2013 no ha sido una derrota»

El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, se ha mostrado convencido de que la propuesta del Consell de trasladar a lunes la festividad del 19 de marzo —día de la «cremà» de las Fallas— «saldrá adelante» y rechazó que el Gobierno valenciano haya sufrido una «derrota» por su decisión de no realizar el cambio en 2013. Castellano insistió en que la iniciativa «es buena desde el punto de vista económico, para la conciliación de la vida familiar y para el turismo, que produce más de 250.000 puestos de trabajo directos e indirectos». «Hemos escuchado opiniones como gobierno dialogante y sensible a todos los sectores —prosiguió— pero estoy convencido de que vamos a lograr puntos de encuentro para sacar esta propuesta adelante». Los tiempos, apuntó, dependerán de la evolución de ese diálogo.

Pesimismo con el IVA

Se esperaba que el tema de la subida del IVA se debatiera. Fue el primer asunto que trató Lledó para anunciar que las cosas siguen como están. Que se ha pedido al Ministerio de Hacienda la aplicación del tipo reducido sólo para las comisiones por ser entidades sin ánimo de lucro y para los monumentos falleros. No para otros colectivos privados que plantaran falla ni para otros trabajos de decoración o artesanía que hagan los artistas falleros. «No nos han dicho que no, pero tampoco que sí todavía y, sinceramente, tengo pocas esperanzas: si el material escolar y los espectáculos lo pagan, dudo que no lo hagamos nosotros, aunque no tiro nunca la toalla». Así que los contratos hay que presentarlos aplicando el 21 por ciento «y si luego se hace una rebaja, siempre será más fácil de arreglar». Todo parece indicar que la clasificación de fallas se hará «sobre la base imponible. Porque puede haber desde una comisión que ya ha pagado toda su falla al ocho por ciento y otra que ni haya empezado y tenga que aplicar el 21».

Para rematar la noche, el concejal transmitió la solidaridad del mundo de las fallas al presidente sentado en el banquillo de los acusados y la falla Azcárraga. Y así acabó la noche entre ovaciones.