A medida que el Parque Central avanza hacia su urbanización, los actores principales, en este caso el Ayuntamiento de Valencia, van develando los usos que tendrán algunas de sus edificaciones, en este caso las conocidas naves de Demetrio Ribes, a las que el equipo de Gobierno municipal quiere convertir en un centro de creación contemporánea al estilo del «Matadero Madrid».

Según explicó ayer el vicealcalde y miembro del Consejo de Administración de la Sociedad Valencia Parque Central, Alfonso Grau, en el trozo de parque que se va a licitar en los próximos meses, junto a la calle Filipinas, hay cuatro naves que ganarán un uso público a medida que vaya aflorando el diseño de Kathryn Gustafson.

Una de las naves, la más pequeña, conocida como la de «dientes de sierra», ya tiene asignado un uso deportivo. «Será un polideportivo para el barrio», precisó Grau, aunque sin determinar aún las especialidades que podrán practicarse en el mismo.

Las otras tres, obra de Demetrio Ribes, que en algún momento se pensó en destinarlas a Museo del Transporte, serán, sin embargo, un «contenedor cultural para el conjunto de la ciudad». Con dos restauradas y la otra „muy grande porque era almacén de máquinas de Renfe„ bastante degradada, la idea es instalar allí algo parecido al Matadero Madrid, que es un centro de arte contemporáneo dirigido a diseñadores, creadores, músicos, entidades privadas, colectivos artísticos etc.

El vicealcalde explicó que un emplazamiento como el Parque Central «no es sitio» para otras dotaciones públicas como colegios o centros de salud, que reclaman los vecinos. De ahí que se hayan inclinado por un espacio cultural. Acompaña, además, el enorme tamaño de estas naves.

Lo que no se puede precisar aún es el modelo de gestión de este nuevo contenedor cultural, que podría combinar la iniciativa pública con la privada.