La línea 7 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia seguía ayer atravesando Mislata pese a que desde hace semanas se anunciaba su supresión para este lunes. Lo que aún se ignora es cuánto durará la moratoria y si finalmente ésta dará frutos con un posible acuerdo entre los dos consistorios implicados: el del "cap i casal" y el de Mislata.

Ambos están pendientes de mantener una nueva reunión en los próximos días con representantes de la Agencia Valenciana de Movilidad (AVM), cuya misión en el encuentro será proponer "alternativas" a la posible eliminación de un servicio de autobuses que durante décadas ha atendido a los vecinos de esta localidad de l'Horta.

Según el alcalde mislatero, el socialista Carlos Fernández Bielsa, la reunión servirá para conocer "si Valencia acepta o no" la propuesta económica que la semana pasada puso sobre la mesa de la EMT: 100.000 euros anuales, reajustes en la línea y la obtención para los jubilados de Mislata del Bono Oro "en las mismas condiciones que los de Valencia".

Su oferta, sin embargo, no parece haber sido muy bien recibida en Valencia a tenor de las palabras que el presidente de la Empresa Municipal de Transportes, el concejal popular Alfonso Novo, pronunció para recordar al mislatero que "el déficit de la línea 7 a su paso por Mislata no está cuantificado en 100.000 euros, sino en casi 192.000". No obstante, el edil no quiso ayer desvelar su postura respecto al ofrecimiento de los mislateros y únicamente fió la decisión última del Ayuntamiento de Valencia "a la próxima reunión que ha de mantenerse con la AVM".

En el encuentro, detalló, "se analizará qué piensa la entidad autonómica" de los reajustes planteados por la EMT para que las líneas no salgan del término municipal de Valencia "si las localidades no contribuyen a su sostenimiento", además de "estudiar posibles rutas metropolitanas compatibles con los itinerarios de la EMT".