El presidente de la EMT, el edil popular Alfonso Novo, rechazó ayer la propuesta del Ayuntamiento de Mislata para que se mantenga activa la línea 7 en la población, lo que parece dar al traste con las negociaciones entre ambos municipios. El alcalde mislatero ofreció 100.000 euros a la metrópoli para que ésta no suprima las paradas de la línea 7, una cantidad "inviable", según Novo, porque "no satisface las necesidades" de Valencia.

Sobre la propuesta lanzada hace un par de semanas por Mislata y Alboraia (otro municipio afectado, esta vez por la eliminación de la línea 31) acerca de la creación de zonas diferentes de tarificación fuera de Valencia, a imagen y semejanza de lo que ocurre en el metro, el concejal del "cap i casal" manifestó que si la EMT aceptase, estaría "discriminando a otros muchos pueblos", por lo que también rechazó la proposición.

De momento, lo único seguro es que el presidente de la EMT está a la espera de mantener un encuentro con la Agencia Valenciana de Movilidad, entidad dependiente del Consell, para conocer sus propuestas sobre los casos de Mislata y Alboraia. El otro municipio afectado, Vinalesa, ha alcanzado precisamente un acuerdo con este ente autonómico que permitirá que, en octubre, una nueva línea metropolitana atraviese la población tras haberse suprimido el servicio que la EMT prestaba allí desde hace años.