La Generalitat Valenciana ha comunicado al Ayuntamiento de Valencia su renuncia a la construcción de la nueva Escuela Oficial de Idiomas de Quatre Carreres y dos colegios en Benicalap y Benimàmet, centros cuyos presupuesto sumaban 20 millones de euros. El motivo es que no se han podido iniciar las obras en los tiempos que marca la licencia y ya no quieren hacerlos. La Generalitat reclama incluso la cantidad que en su día pagó por el Impuesto de Construcciones y Obras (ICIO), que asciende a más de 450.000 euros.

Lo de la escuela oficial de idiomas, aunque grave, no ha sido ninguna sorpresa. Los terrenos de la calle Antonio Ferrandis (sector urbanizable Quatre Carreres) fueron cedidos por el Ayuntamiento de Valencia a la Generalitat en el año 2008 y desde un año antes se estaba tramitando la licencia de obras. Pero en estos cinco años todo lo que ha crecido allí ha sido un cartel anunciando la nueva escuela y sus 7 millones de presupuesto.

Finalmente, la empresa pública Ciegsa, creada para la construcción de centros educativos y actualmente en fase de disolución, ha admitido que no llevará adelante el proyecto y lo ha hecho pidiendo al Ayuntamiento, con la excusa de no haber iniciado las obras en los plazos previstos, que anule la licencia y le devuelva los 180.000 euros que pagó en tasas.

En barracones

Con el mismo argumento, Ciegsa ha renunciado también (ha pedido la nulidad de la licencia) a la ampliación del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de Benimàmet y a la construcción del Centro de Enseñanza Infantil y Primaria (CEIP) de Benicalap.

Para el primero se empezó a tramitar la licencia en el año 2008 y se barajó un presupuesto de 6,5 millones de euros. Desde los años noventa se trataba de un proyecto de absoluta necesidad, como lo demuestra el hecho de que en el patio del viejo instituto hayan tenido que colocar barracones para alojar a los alumnos.

La idea era levantar un nuevo edificio de tres plantas sobre un solar que, además, tuvo que expropiar el ayuntamiento después de un costoso proceso. Pues bien, ahora Ciegsa ha renunciado al proyecto y reclama al consistorio los 119.234 euros de impuestos que abonó en su día.

Por lo que se refiere al colegio de Benicalap, su ubicación era una parcela municipal de 11.501 metros cuadrados incluida en el sector Benicalap Norte, lo que significa que todas las viviendas que se construyeron en este espacio, alrededor de 4.000, se vendieron y se compraron en la creencia de que sus moradores dispondrían de un colegio con 9 aulas de educación infantil y 18 de primaria, todo ello con un gasto previsto de 6,4 millones de euros.

Pero no, no será así de momento. La empresa pública de la Generalitat Valenciana también ha renunciado a esta construcción y reclama en este caso los 154.854 euros de la tasa urbanística.

Contra la enseñanza pública

Según explicó ayer el concejal socialista Vicent Sarrià, estas renuncias, formalizadas en el mes de agosto, se verán hoy en la Comisión de Hacienda y serán aprobadas por el equipo de Gobierno municipal, que ya las ha informado favorablemente.

Para él, sin embargo, el abandono de estos proyectos demuestra "la falta de interés" del PP por la educación pública y la "incapacidad de sus gobernantes" para gestionar la crisis. En el caso de la Escuela de Idiomas, recuerda que podría dar cobertura a 10.500 alumnos y acabar con la saturación del actual centro del Llano de Zaidía, que deja fuera cada año a miles de aspirantes. Y todo esto ocurre, según Sarrià, con la "complacencia" de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a la que pide que sea "contundente" con la Generalitat como lo era antes frente al Gobierno del PSOE.

El definitiva, los socialistas exigen que no se acepte la renuncia ni se devuelvan las tasas, pues su anulación acaba también con cientos de puestos de trabajo. El concejal Jorge Bellver, por su parte, descalificó las acusaciones de los socialistas asegurando que la renuncia a estos proyectos no es culpa del consistorio, sino del estancamiento económico.