El remanente de tesorería de las entidades locales de la Comunitat Valenciana -la cantidad que queda del año anterior y puede ser utilizada el siguiente- bajó un 1.758 % en 2010 respecto al año anterior, pues se pasó de un remanente positivo de 7,2 millones en 2009 a uno negativo de 120,2 millones en el ejercicio siguiente.

Así lo refleja el informe de fiscalización de las cuentas de los ayuntamientos elaborado por la Sindicatura de Comptes, que ayer expuso en Les Corts Valencianes el síndic major, Rafael Vicente Queralt, junto con un informe referido a las instrucciones de contratación en el sector público local.

El síndic anunció ayer una nueva instrucción para la remisión de la información sobre las obligaciones pendientes de aplicar al presupuesto y los reparos del interventor, ya que la bajada de los ingresos ha llevado a muchos ayuntamientos a una situación "crítica", que ha conllevado un alto porcentaje de facturas no contabilizadas.