La rotura de una tubería del sistema de aire acondicionado ha destrozado el archivo histórico de la Semana Santa Marinera, ubicado en una de las estrechas salas de las que dispone la Junta Mayor junto a la Casa Museo Salvador Caurin.

Así lo aseguró ayer el tesorero de la entidad, Francisco Burguera, tras explicar que el reventón de la cañería se centró en una de las paredes y afectó a las estanterías que guardaban diversos documentos y libros de actas históricos. Sin embargo, entre las daños más evidentes se encuentran los carteles antiguos que anunciaban la fiesta y que «han quedado destrozados. No sabemos si se podrán recuperar y es una verdadera lástima».

Tras sufrir la fuga de agua, los responsables de la Semana Santa Marinera avisaron al ayuntamiento para que se personaran los técnicos. El jefe se servicio acudió para ver el alcance de los daños que, sin embargo, no se podrán evaluar hasta que el material esté completamente seco.

Por ello, la Junta Mayor ha colocado unos ventiladores en la sala del archivo histórico para secar el material. «La semana que viene volverán los técnicos municipales para estudiar si se pueden recuperar o no algunos de los documentos», explicó Burguera.

Entre el material dañado que más preocupa a la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera se encuentran también los libros de actas más antiguos, ya que algunos de ellos datan de principios del siglo XX. «Hay libros de antes de la Guerra Civil, de 1927, y tememos que no se puedan recuperar». Sin embargo, los libros de actas de hace menos de 10 ó 15 años no les preocupan tanto ya que las cofradías y hermandades «suele guardar dos y tres copias, así que suponemos que cederían un ejemplar para el archivo histórico sin ningún problema».

Y es que la Junta Mayor lleva años trabajando en intentar recuperar imágenes, textos y documentos de la fiesta. Es más, desde 2006 invita a vecinos y cofrades a ceder material histórico para aumentar unos fondos que fueron destruidos, en gran parte, durante la Guerra Civil Española. Sin embargo, la falta de espacio sigue siendo un problema a resolver.

La ampliación del museo suma ya once años de retraso

En la Casa Museo de la Semana Santa Marinera Salvador Caurin no cabe un alfiler. Las réplicas, imágenes y tronos anda se encuentran hacinados en un edificio que tiene prevista una ampliación desde hace ya once años. Y eso que la permuta de suelo edificable municipal por dos casas del Canyamelar se realizó de urgencia. Un promotor valenciano compró, poco antes de la aprobación definitiva del planeamiento, dos casas viejas protegidas en la calle del Rosario que, al poco tiempo, se grafiaron como servicio público y se destinaron a la ampliación del museo de la Semana Santa Marinera. El ayuntamiento ofreció por ellas un solar edificable en el barrio de San Isidro. Sin embargo, en este mismo solar otra constructora „con la correspondiente licencia de obras„ iba a iniciar una edificación. Mientras se aclaraban los límites de las propiedades públicas y privadas de esta parcela, la permuta quedó en una situación de «impasse» que paralizó el proyecto de ampliación. Eso sí, en aquel momento (año 2001) el intercambio de terrenos fue objeto de controversia tanto por la valoración de las viviendas como por otros detalles de la operación. Y es que, según ha denunciado el PSPV en varias ocasiones, con la permuta de ambas casas el propietario obtuvo un beneficio de 300.000 euros. Y la ampliación sigue pendiente. m. ros valencia