La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 42 años en Valencia por maltratar perros y lanzarlos a la vía del tren. Su detención ha sido posible gracias al chip que llevaban los animales y a la colaboración de la protectora Modepran, responsable de la perrera de Valencia, donde llegó un animal herido y otro muerto.

Según fuentes de esta entidad, a primeros de mes llegó una persona al centro de recogida de animales de Benimàmet portando un perro mestizo de unos 30 kilos de peso que había sido rescatado de las garras de dos personas que le estaban dando una paliza. Por el chip pudieron identificar al propietario y le pidieron que pasara a recogerlo, pero "pasó" de todo.

Días después, el 17 de octubre, llegó a la perrera un pequeño pinche muerto, con la cabeza completamente deshecha, cuyo chip conducía de nuevo a este hombre, al que invitaron de nuevo a recoger al primer perro y a hacerse cargo del cadáver o de los gastos de incineración del segundo, requerimientos que también resultaron infructuosos, siempre según fuentes de la protectora.

Ante esta situación, los abogados de la entidad prepararon una denuncia y en ese momento recibieron una llamada de la Comisaría de Exposición comunicándoles que un joven había acudido a denunciar a un hombre por lanzar un perro a la vía del tren, animal que resultó ser el que había entrado muerto días antes. Al parecer, el chico circulaba por la avenida Hermanos Machado e increpó al hombre por su acción. Luego, cuando terminó el examen al que iba, fue a la policía a denunciar los hechos.

A partir de ahí se abrió una investigación oficial que llevó hasta un padre y un hijo vecinos de Orriols. El padre era el titular de los chips y el hijo era quien presuntamente maltrataba a los perros, por lo que ha sido detenido por la Policía Nacional y acusado de un delito relativo a los animales domésticos.

La Policía Nacional, en cualquier caso, dio un versión distinta de los hechos. En su comunicado hablan de la denuncia del joven y de la localización del perro por parte de la Policía Local, que averiguó que procedía de la protectora. Puestos en contacto con la entidad, allí les informaron que habían ido dos hombres a adoptar un perro y que días después fueron a por otro porque se les había escapado el primero, acción que se repitió hasta tres veces. El perro encontrado en la vía era el último adoptado, según la policía.

Ahora el detenido, que tiene antecedentes policiales, se enfrenta a una pena de hasta 6 meses de prisión por estos hechos. Para Modepran, esta vía penal debe aplicarse con normalidad, aunque la vía administrativa contempla sanciones de entre 6.000 y 18.000 euros por este motivo.