La dificultad para sancionar a los clientes y no a las prostitutas atasca la nueva ordenanza

j. p. valencia

La ordenanza de prostitución que prepara el Ayuntamiento de Valencia está atascada en la Concejalía de Seguridad por las complicaciones jurídicas que supone sancionar a los clientes y no hacerlo con las prostitutas cuando el elemento base de esa sanción es la ocupación ilegal de la vía pública. Así lo aseguraron fuentes del Ayuntamiento de Valencia, que confían todavía en poder sacar adelante el texto antes de final de año.

El pasado mes de septiembre el concejal Miguel Domínguez mostró su disposición a llevar el borrador de la ordenanza al pleno de ese mismo mes ante la imposibilidad de encontrar un consenso con los grupos de la oposición, particularmente con el Grupo Socialista, con el que ha negociado todo el documento.

Ambas partes coincidían en sancionar a los clientes y discrepaban en las sanciones a las mujeres, lógicas para el PP e injustas para el PSPV, que la considera víctimas. La opción de sancionarlas por reiteración y bajo la figura de la desobediencia a la autoridad era la salida a ese bloqueo.

Ahora, sin embargo, el problema está en la argumentación jurídica para sancionar a los clientes y no hacerlo con las mujeres, ya que ambas figuras tienen la misma responsabilidad en lo que a ocupación de la vía pública se refiere.

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