La oposición del Ayuntamiento de Valencia fracasó ayer en su intento de cambiar el reglamento del pleno para fijar la celebración anual de un debate sobre el estado de la ciudad en el que interviniera la alcaldesa Rita Barberá y donde se pudieran presentar y votar mociones. También pedían, sin éxito, la celebración de dos plenos al mes con una sesión de control a la alcaldesa al principio de cada uno de ellos.

La propuesta conjunta del PSPV y EUPV -compromís no la firmó el respuesta a la crisis de Alcoi- quería dar perpetuidad y normalidad al debate que este año se ha celebrado forzando el reglamento. El socialista Salvador Broseta apeló a la Ley de Grandes Ciudades que protege y aconseja este tipo de debates y se preguntó "qué le preocupa a Rita Barberá". También Amadeu Sanchis, de EUPV, recordó que es una práctica habitual en todas las ciudades y felicitó a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, por ser "de izquierdas", ya que esta es una de las explicaciones que dio el vicealcalde Alfonso Grau a su negativa.

El portavoz popular recordó que hace un año los cuatro grupos cambiaron el reglamento y nadie introdujo estas iniciativas, por lo que ahora no sólo las rechaza sino que se da por liberado de aquellos acuerdos. A su juicio, la oposición sólo persigue "su minuto de gloria con la alcaldesa", argumento que ratificó la propia Rita Barberá desde la presidencia.