La crisis de Alcoi provoca represalias de Compromís contra el PSPV en Valencia

José Parrilla

La bronca política surgida en el seno del tripartito de Alcoi ha tenido su repercusión a cien kilómetros de allí, en Valencia, donde el grupo Compromís se ha negado a firmar una moción conjunta con los socialistas en represalia por la expulsión de una compañera del Bloc que formaba parte del equipo de Gobierno alcoyano con el PSPV y Esquerra Unida. No será una ruptura para siempre, pero sí un gesto de desaprobación. «Alcoi es Alcoi» le dijo el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó, a su interlocutor socialista, Salvador Broseta, cuando le comunicó la noticia.

El distanciamiento entre ambos partidos surgió cuando el alcalde socialista de Alcoi, Antonio Francés, destituyó a la concejala del Bloc Anna Serrano por supuestas irregularidades en la gestión de un concierto de Joan Manuel Serrat y en la adjudicación del teatro Calderón. Aunque desde el Bloc se admite que esa gestión era manifiestamente mejorable, sus máximos dirigentes enmarcan esa decisión en una estrategia política que va más allá de esas irregularidades, por lo que no dudaron en pasar a la oposición con sus cinco concejales.

Resuelto o no resuelto aquel contencioso, lo que nadie esperaba es que tuviera repercusiones más allá de Alcoi. De hecho, no se conocen más casos que el que ha saltado en Valencia, cuyos protagonistas son Compromís, coalición que integra al Bloc, y el PSPV, ambos en la oposición.

Según explicó el concejal socialista Salvador Broseta, su grupo presentará hoy una moción en el pleno del Ayuntamiento de Valencia para que se cambie el reglamento municipal y se introduzca la obligación de celebrar todos los años un pleno sobre el estado de la ciudad, experiencia que se ha puesto en marcha este año con la ayuda de los otros dos grupos de la oposición: Compromís y EUPV.

Precisamente por aquel apoyo ahora los socialistas han propuesto a ambos partidos que firmaran también la moción. Y ambos, según Broseta, aceptaron. «El viernes hablé con Ribó y me dijo que le parecía bien, que estudiarían alguna mejora del texto y el lunes lo firmarían», explicó Broseta.

El domingo, sin embargo, el portavoz de Compromís lo llamó por teléfono para comunicarle que no firmaría esa propuesta y que el motivo era el conflicto de Alcoi, postura que le remarcó el lunes cuando ambos se vieron en los pasillos del ayuntamiento. «Alcoi es Alcoi», dijo Ribó a Broseta, quien interpreta esas palabras como un profundo malestar de sus compañeros de oposición por haber mermado el poder del Bloc en «una zona de gran influencia del nacionalismo que ellos defienden». Así pues, la moción se verá hoy en el pleno sin la firma de Compromís.

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