Valencia tiene estos días unos visitantes peculiares. "Geishas", "samurais", "otakus" y "ninjas" se pasean por la ciudad y son el plato fuerte de la Japan Week 2012, que ayer comenzó oficialmente con una ceremonia de inauguración en la plaza del Patriarca a la que acudió la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, junto a una nutrida representación del equipo de gobierno; el embajador de Japón en España, Satoru Satoh; el cónsul del país nipón en Barcelona, Hidehiro Tsubaki; y el presidenta de la International Friendship Foundation (Fundación por la Amistad Internacional, IFF), organizadora del evento, Kazuo Aichi, entre otros.
Alrededor de un centenar de personas se dieron cita ayer en la Plaza del Patriarca para presenciar representaciones musicales y artísticas de la cultura japonesa. Muchas de ellas, debido a la penetración, sobre todo, de la cultura pop nipona en Europa, resultaban hasta familiares a ojos de los valencianos que decidieron ayer visitar un evento que tendrá un impacto económico previsto por la organización de unos dos millones de euros.
Abrió el acto un grupo de tambores tradicionales Tokara, que desplegó un espectáculo de música, energía y teatro que hizo las delicias de los asistentes. La percusión estaba acompañada de gritos rítmicos. Después fue el turno de unas bailarinas tradicionales japonesas, vestidas con "kimono". Las jóvenes empuñaban sombrillas, cintas, banderas, flores o abanicos para representar unos bailes que ya forman parte del imaginario colectivo occidental. Fueron solo dos de la decena de actuaciones que jalonaron un acto que se desarrolló hasta las 14 horas, bajo un sol de justicia que, eso sí, encantó a los visitantes japoneses, que asocian Valencia con la luz y el clima cálido del que disfruta la ciudad buena parte del año.
Barberá destacó la importancia de la elección de Valencia, que se impuso a Roma para albergar esta 37ª edición de la Japan Week, que permitirá a la ciudad "proyectarse al mundo" y a países "con fortaleza económica y con alta capacidad para hacer turismo", y destacó que el objetivo es "fidelizar" la "presencia del visitante de oriente lejano en nuestra ciudad". Por su parte, el embajador Satoh se mostró "emocionado y agradecido" por la celebración del evento en Valencia, ciudad que, según dijo, "nos atrae mucho a los japoneses porque compartimos muchas cosas, como el sol, allí el sol naciente y aquí el mediterráneo, la paella, pescados, mariscos, la seda, la cerámica y el abanico".
Otros actos del día
A esa misma hora terminaba en el Mercado Central una demostración de preparación de "sushi", un referente de la gastronomía japonesa que goza con una gran aceptación en España. A cargo de la clase práctica sobre el corte del pescado y la preparación estuvo un grupo de la provincia japonesa de Chiba. Para la tarde quedaron la ceremonia oficial de recepción en el Palacio de la Exposición, la proyección de un cortometraje y la presentación de una guía de visionado de "El viaje de Chihiro" en la plaza del Patriarca, y una serie de representaciones escénicas que se desarrollaron por la noche en la Sala Iturbi del Palau de la Música.
Cientos de valencianos pasaron ayer por estos actos. Entre ellos, la mayoría se declaraban apasionados por la cultura japonesa desde hace mucho tiempo. Sin embargo, también había muchos que reconocían que el terremoto y el maremoto posterior que azotó el país nipón en marzo de 2011 había despertado su interés por Japón y su cultura y les había atraído a conocer más sobre el país.
Las Esclavas reciben a su superiora nipona
Coincidiendo con la Semana Japonesa, la superiora general de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, la religiosa japonesa Inmaculada Fukasawa, visita los centros de la congregación religiosa en la diócesis de Valencia, en el marco de su visita canónica a la provincia de Aragón. Acompañada de las asistentes generales, Nelida Leguén e Inés Ruiz, la superiora general inició su visita a la diócesis en la casa de ejercicios La Purísima de Alaquàs, para reunirse luego con las diferentes comunidades, residencias y centros de la capital en el colegio ubicado en la calle Micer Mascó, según indicó ayer el Arzobispado de Valencia. levante-emv valencia