La gestora que se encargará de poner en marcha la fundación destinada a salvar el monasterio de San Vicente de la Roqueta incorporará a un arquitecto y un abogado para redactar los estatutos y planear las acciones sobre el complejo vicentino. La previsión es presentar esos estatutos el 22 de enero coincidiendo con la festividad del santo y a partir de ahí invitar a las entidades públicas y privadas a incorporarse a la fundación, las primeras el Ayuntamiento de Valencia, propietario del edificio, el Arzobispado, comprometido al menos de palabra con su recuperación, y la Generalitat Valenciana, máxima responsable de Patrimonio.

Las asociaciones vicentinas quedarán al margen por el momento, aunque luego podrán adherirse al proyecto si así lo creen conveniente. Según ha podido saber este periódico, la puesta en marcha de la fundación se gestó en una comida celebrada recientemente en un restaurante de la calle Castellón de Valencia. A la misma asistieron media docena de personas encabezadas por el titular de la parroquia de Cristo Rey, Ángel Pedro Fernández, que lidera el proyecto y trabaja ya en la recaudación de fondos para salvar la Roqueta.

Allí se decidió que la gestora sea mínima, que se incorporen un arquitecto y un abogado y poco más, pues se trata de redactar los estatutos de la fundación y hacer planes para recuperar el edificio, apuntalado desde hace dos décadas a la espera de una rehabilitación integral que no llega. A día de hoy no están claros ni siquiera sus usos, pues los colectivos vicentinos insisten en dedicarlo íntegramente a la figura del mártir y desde el ayuntamiento se han sucedido numerosas propuestas que no terminan de cuajar, la última el traslado de la biblioteca municipal de la Plaza de Maguncia.

Cuando los estatutos sean presentados en público, hecho que podría ocurrir el 22 de enero coincidiendo con la festividad de San Vicente Mártir, se procederá, según las fuentes, a invitar a los patronos de la fundación, empezando por el Ayuntamiento de Valencia, el Arzobispado y la Generalitat Valenciana. Así mismo, se invitará a los colegios profesionales, universidades y academias que puedan tener relación con el patrimonio histórico, además de entidades privadas y particulares que puedan hacer una función de mecenazgo.

A quienes de momento no se hará una invitación oficial es a la docena de entidades vicentinas repartidas por toda la Comunitat Valenciana. Las diferencias surgidas entre ellas han aconsejado dejarlas al margen por el momento No obstante, si el proyecto sigue adelante y estas entidades suscriben los fines de la fundación podrán incorporarse a la misma.

Entidades vicentinas

De hecho, las entidades vicentinas han sido las que han velado por la memoria de San Vicente Mártir y las que han mantenido viva la demanda de una rehabilitación integral para la Roqueta. Hacer una biblioteca vicentina y un centro de recepción de peregrinos del camino de San Vicente han sido sus grandes objetivos, discrepando abiertamente sobre las propuestas que se han lanzado desde el Ayuntamiento de Valencia.

No obstante, algunas de ellas están enfrentadas y en los últimos tiempos, a raíz de la idea de crear una fundación, esas desavenencias habían ido a más. Una de las que estaban en desacuerdo con esta idea era la Asociación-Cofradía de San Vicente Mártir, cuya presidenta, Rosa Araixa, anunció la semana pasada la disolución de la entidad ante la pasividad del consistorio y el Arzobispado en la rehabilitación del monumento.

Otra asociación, Valencia Cultural-Vía Augusta y Camino de San Vicente Mártir, dirigida por Francisca Llosa, lanzó a primeros de año un manifiesto al que se sumaron una veintena de entidades culturales exigiendo la recuperación de la Roqueta, pero no se ha logrado nada. Esta entidad sí estaría de acuerdo con la fundación.

Suspensión de una comida solidaria

Antes de crear la fundación y definir los objetivos respecto al monasterio de San Vicente de la Roqueta y la Iglesia de Cristo Rey, ambos integrados en el mismo complejo patrimonial, el párroco Ángel Pedro Fernández ha puesto en marcha una serie de iniciativas particulares para recaudar fondos y sufragar el «largo y costoso proceso de restauración». Una de ellas fue la celebración de una comida solidaria en el Ateneo Mercantil de Valencia el pasado 16 de diciembre, aunque en este caso hubo que suspenderla por el escaso interés que despertó entre los invitados. También el Ayuntamiento de Valencia ha librado dos partidas económicas por un importe superior a los 300.000 euros para apuntalar por enésima vez la estructura del monasterio y consolidar la ruinosa estructura. Lo que se le reclama, sin embargo, es la rehabilitación integral de la que se considera la cuna del cristianismo valenciano.