Ni quieren cerrar ni tienen intención de abandonar las instalaciones, pero la situación comienza a ser insostenible tras registrar pérdidas desde hace cinco años que suman más de 371.000 euros. Por ello, el Centre Esportiu Marxalenes le ha solicitado al ayuntamiento un "restablecimiento del equilibrio presupuestario" en aras de poder seguir "invirtiendo en el polideportivo y mejorar el servicio". Y es que el principal temor es acabar como la UTE de empresas que gestionaban el polideportivo La Rambleta y que cerró, de la noche a la mañana previa autorización judicial, ante la imposibilidad de continuar con un servicio que les había llevado a la ruina.

Y es que la empresa que explota el centro deportivo afirma que las instalaciones precisan de un proyecto de reparación debido a la existencia de "vicios ocultos y defectos de contrucción". Entre los principales problemas estructurales de esta "antigua" instalación destaca la estanquidad ante lluvias excepcionales y el estado obsoleto en el que se encuentra las conducciones, aislamientos, pavimentos, griferías... Ahora bien, acometer estas obras "rompe el equilibrio económico de la concesión" por lo que la entidad instó al ayuntamiento a "modificar el contrato de concesión" y rebajar o suprimir el canon que se paga al año y que ronda los 26.000 euros. Y es que el informe técnico cifra el proyecto para subsanar las deficiencias en cerca de 300.000 euros.

Principio de riesgo y ventura

Sin embargo, el ayuntamiento -a pesar de reconocer en su informe técnico de 2010 la existencia de "vicios ocultos en la obra no imputables a la gestión del espacio deportivo", y de valorar positivamente "el programa integral de mantenimiento y conservación" de la empresa concesionaria- no está dispuesto a revisión económica alguna ya que, según consta en el expediente, "los gastos alegados por la concesionaria son consecuencia de la actividad normal del centro deportivo y no se consideran hechos imprevisibles por lo que, de acuerdo con el principio de riesgo y ventura que consta en el pliego de condiciones, deben ser asumidos por el contratista". Es más, la resolución argumenta que la empresa gestora "conocía la obsolescencia de algunas de las instalaciones de valvulería, conducciones, aislamientos... Así como las condiciones ambientales en las que se encontraban las instalaciones en cuanto a problemas de humedad, hipoclorito, etc". Por ello, y en base a este argumento, el ayuntamiento desestima también la supresión del canon y de ampliación del plazo concesional "por no resultar procedentes dada la inexistencia de desequilibrio económico en la concesión". Es más, en cuanto al informe que reconoce los vicios ocultos de la obra, el expediente detalla que "en el texto no se concretan ni cuantifican los vicios ocultos pero, más adelante, en el punto 8, el mismo informe considera que la subsanación de las deficiencias son inversiones de reposición".

Desde el Centre Esportiu Marxalenes aseguraron ayer que el único objetivo de la revisión económica es "mejorar unas instalaciones que precisan una reforma que nosotros no podemos asumir. Desde 2010 hemos invertido 80.000 euros en material para renovar las máquinas y mejorar el servicio. El sector está sufriendo mucho con la crisis y la subida del IVA el 8 al 21 %. Solo pedimos un ajuste para poder seguir".

El contrato de concesión data del años 2003, por un plazo de 15 años, a una UTE formada por tres empresas. Sin embargo, en septiembre de 2010 la UTE en cuestión cede la gestión al Centre Esportiu Marxalenes.