Lo que parecía un cólico no fue tal y los veterinarios de Bioparc están desconcertados. "No sabemos qué puede ser, en los análisis previos no salió nada", explicó ayer Gonzalo Fernández, director de la Colección Animal de Rainforest, la empresa que gestiona el zoológico donde el pasado jueves murió de forma repentina Pambo, un elefante africano de 21 años que había llegado al recinto de Valencia con la vitola de semental, pues ya tenía dos hijos. Su fallecimiento está siendo estudiado por un equipo de veterinarios de la Universidad CEU Cardenal Herrera, junto al personal médico del propio zoo, y el Programa Europeo de Especies en Peligro de Extinción (EEP por sus siglas en inglés) sigue de cerca los análisis para discernir la razón del fallecimiento de un ejemplar "totalmente sano" hasta el momento.

Lo que sí descarta Fernández, a preguntas de este diario, es cualquier tipo de infección. "En el Bioparc tenemos muchos controles veterinarios, y Pambo estaba sano: en Cabárceno -el parque donde estaba antes de llegar al zoo valenciano en noviembre de 2012 en el marco del EEP- nunca precisó atención veterinaria", explicó el director de Colección Animal de Rainforest. Lo cierto es que tanto él como fuentes del propio Bioparc desconocen los motivos de la muerte de Pambo, ya que la autopsia no reveló lesiones de importancia. "Se le practicaron análisis posteriores que tardarán, en algunos casos, meses en llegar", indicó Fernández.

Llegará otro elefante

El siguiente paso lo tendrá que dar el EEP y la Asociación de Zoos y Acuarios, que monitorizan la situación y decidirán, en próximas fechas, si llega o no otro elefante reproductor, como Pambo, al zoo de Valencia. En el recinto de estos animales en el Bioparc hay 6 hembras y un macho joven, que se esperaba que aprendiera de Pambo todo el proceso de cortejo y reproducción. "Los elefantes del Bioparc son un grupo reproductivo importante, y todo parece indicar, según la lógica, que recibiremos otro elefante macho", comentó Fernández.