La Autoridad Portuaria de Valencia ha empezado a derribar las instalaciones de la vieja fábrica de Moyresa, junto al barrio de Natzaret. El puerto informó ayer de que se trata del derribo puntual de las edificaciones que se encuentran en un estado más precario y que suponen un riesgo para la seguridad de las personas. Como han denunciado los vecinos de Natzaret, en el último año se han registrado varios robos de material en la fábrica, incluso se han robado piezas de un transformador eléctrico de la planta que provocó el día de Navidad un apagón en el barrio.

Las fuentes de la APV consultadas explicaron que se está tramitando el proyecto de desmantelamiento de la industria cuya licitación se hará pública "en breve". El destino del solar resultante del derribo es una incógnita. La APV asegura que quiere negociar con los vecinos para reurbanizar estos terrenos en la frontera del puerto con la ciudad con un proyecto "amable". Las torres de terciario avanzado que el puerto proyectó para financiar, entre otros, el rescate de Moyresa ha quedado aparcadas.

La antigua fábrica de aceites está incrustada en pleno barrio de Natzaret, a escasos 50 metros de las viviendas, y cuenta en sus 50 años de historia con un largo historial de accidentes ambientales, desde vertidos hasta explosiones. Se trata de la única industria contaminante que está a medio camino entre suelo urbano y suelo portuario.

La fábrica Moyresa tenía una concesión del puerto hasta el año 2022. La APV rescató hace unos meses la concesión. Los vecinos reclaman a la APV que facilite el acuerdo de rescate para ver en qué términos se ha producido y si supondrá nuevas hipotecas para el barrio.