Los MOOC están de moda. No son una onomatopeya, sino las siglas en inglés de cursos en internet masivos y abiertos por su carácter gratuito. La Universitat Politècnica de València (UPV) acaba de poner una pica en el mundo MOOC al convertirse en la universidad que más alumnos reúne en un curso en castellano. Cerca de 28.000 estudiantes de todo el mundo -desde Japón y Australia hasta EE UU, India o Angola, aunque casi la mitad de ellos son de Sudamérica- se han matriculado en el curso Android: programación de aplicaciones. Este MOOC que imparte Jesús Tomas, profesor del campus de Gandia de la UPV, es el más seguido con diferencia (le saca 12.000 inscritos al segundo) en la plataforma MiríadaX que agrupa a 1.232 universidades iberoamericanas.

"El movimiento MOOC se rige por un principio básico, que es la socialización del conocimiento. Es decir poner el saber al alcance de aquel que quiera aprender y que tenga un ordenador con una conexión a internet", explica el vicerrector de la Politècnica para el desarrollo de las TIC, Vicent Botti.

No hay universidad que se precie que no tenga una plataforma de cursos MOOC - la edX de Harvard y Berkeley, la Udacity de Stanford o la Coursera creada por profesores de esta universidad californiana, y aquí en España la UPV[X] o la UNED COMA-, una iniciativa que fundamenta su éxito en que el alumno aprende sin horarios y sin ningún coste para su bolsillo. Sin embargo, esto último hay que matizarlo, añade Botti, "porque ya hay universidades que empiezan a cobrar por expedir certificados".

Los cursos se estructuran en módulos, compuestos por vídeos de alrededor de 10 minutos que se complementan con una pequeña prueba en línea autocorregible. Además, están acompañados por un foro en el que profesores y alumnos resuelven dudas.