La paella regada con sangría que el turista alemán del monumento de la plaza del Ayuntamiento lleva en una mano tiene poco que ver con la receta típica de la paella valenciana. Se ha discutido si la paella, el plato valenciano más internacional, debe o no mezclar pollo y marisco o si admite guisantes y pimiento pero si en algo coincidirían los entendidos en gastronomía es en que nunca echarían a una paella «botifarra» o longaniza. Algo que sí se han atrevido a hacer los autores del monumento oficial de la ciudad que preside la plaza del Ayuntamiento y que es uno de los más visitados por los turistas.

La insólita mezcla de ingredientes en esta paella de corcho y poliespán no ha escapado al ojo crítico de los valencianos. A las pocas horas de plantarse el monumento ya se hacían comentarios acerados sobre la distorsion que se ha hecho del plato típico en el monumento de «tots els valencians». Un debate alimentando por la circunstancia de que la falla esté dedicada este año a la promocion turística y al patrimonio histórico y natural de la ciudad.

«Intento hacer una falla blanca»

Consciente de que «hagas lo que hagas» la falla oficial siempre suele ser objeto de críticias, los artistas falleros (Alejandro Santaeulalia y Vicente Llácer) que firman el monumento le quitan importancia al desliz. «No voy a entrar en un debate estéril» sobre la receta auténtica, apunta Alejandro Santaeulalia, heredero de una saga de prestigiosos artistas falleros. El maestro apunta que es un detalle que no ha controlado directamente pero en todo caso señala que no quiere entrar en la discusión sobre «la paella auténtica» porque opina que «en cada sitio la hacen de una manera». Antiguamente, «cada uno ponía lo que tenía», recalca.

Santaeulalia es consciente de la responsabilidad que supone hacer la falla oficial «porque es la falla de todos, el escaparate al exterior».

Es la cuarta falla del ayuntamiento en la que trabaja Santaeulalia y su política siempre ha sido la de hacer «por respeto a todas las sensibilidades un monumento blanco». La carga crítica, asegura el artista fallero, se la reserva para otros monumentos que sí entran en la competición, como el que ha firmado para la comisión de Maestro Gozalvo y que está dedicado al hundimiento de España.