La ausencia de grupos escultistas de la Comunitat Valenciana, englobados en Scouts Valencians y la Federació d'Escoltisme Valencià (FEV), ha provocado la dimisión del hasta el pasado domingo presidente del Consell de la Joventut de la Ciutat de València (CJCV), Daniel Marín, así como de la secretaria, Mireia Biosca, y de uno de los vocales, Daniel Marquina. Ya indicaron entonces que abandonaban la Comisión Permanente de la entidad "porque la situación como grupo de trabajo no es operativa por falta de voluntad de consenso y cohesión grupal".

Fuentes del CJCV explicaron ayer a este diario que cuando la permanente que dimitió el jueves accedió al cargo ya había diferencias entre lo que las mismas fuentes llamaron "familias" dentro de la entidad. Una de ellas sería la englobada por las asociaciones políticas, sociales y educativas, y otra por las asociaciones de ocio y tiempo libre. En la nueva permanente estas últimas quedaron fuera. Las fuentes consultadas señalan que en la comisión que presidía Marín se encontraban las Juventudes Socialistas, Bloc Jove, la Asociación de Vecinos de Nazaret, la Federació Valenciana d'Estudiantes (Faavem), la Coordinadora de Consells Escolars (Cocoes) y A Contracorrent. La permanente, según las mismas fuentes, se planteó como objetivo armonizar todas las entidades presentes en el CJCV en lo que se puede llamar una comisión de coalición, pero no ha sido posible.

Aumentar la pluralidad

"Antes había un modelo en el que un grupo de gente siempre había predominado en las permanentes y faltaba pluralismo porque siempre estaban las mismas entidades representadas", indicaron las fuentes consultadas. De cara a la asamblea del próximo 16 de mayo, la intención de los integrantes del consejo es "dar más presencia a entidades que hasta ahora no estaban representadas". "Queremos ser mediador entre los jóvenes de Valencia y el consistorio", señalaron. En este sentido, se dará más importancia al ocio y tiempo libre, que en el CJCV está representado por las mencionadas federaciones escultistas.

Respecto a la relación con el consistorio, fuentes de la entidad reconocen que se había deteriorado cuando la Concejalía de Juventud la ostentaba Beatriz Simón, que en 2011 aprobó retirar las subvenciones al CJCV. Sin embargo, desde que Juventud está a cargo de Cristóbal Grau, "la relación ha mejorado". "El concejal", dicen las mismas fuentes, "está intentando reconstruir la situación que con Beatriz Simón se había deteriorado mucho". "Al menos la predisposición para hablar con nosotros es bien distinta", señalan desde el CJCV.