­La ejecución de la estación del metro de Mercat, construida en la Plaza Ciudad de Brujas en pleno corazón de Valencia, ha sido «un reto para la ingeniería» valenciana porque «es la obra más profunda de Valencia, el equivalente a construir un edificio de diez pisos en el subsuelo, y también la más seca porque no tiene problemas de filtraciones», destacan los directores de la obra.

La futura terminal lleva adosada un aparcamiento de cinco pisos de altura con capacidad para 475 plazas. La Conselleria de Infraestructuras adjudicó las obras el 11 de junio de 2007 por 32,9 millones de euros a Dragados-Pavasal, bajo la dirección de la consultora valenciana CPS Ingenieros y la colaboración de Geocisa en los sondeos previos y en el seguimiento geotécnico del terreno. El presupuesto final ascenderá a 41 millones de euros con IVA.

La ejecución real de la estación se demoró catorce meses, hasta el 11 de agosto de 2009, porque el proyecto de construcción se modificó y tuvo que adaptarse a los problemas detectados en el subsuelo: el nivel freático a 7 metros (que subió hasta los 5), un terreno muy gravoso e incluso azufre a 52 metros de profundidad, según aseguró el entonces director general de Transportes, Vicente Dómine, durante una visita a las obras en 2010. «El suelo es muy arcilloso, con gravas y poco competente», explican los directores de obra por la proximidad del antiguo segundo brazo del Turia que pasaba por la calle Quart y la Lonja, muy cerca de la estación.

El reto para la ingeniería valenciana ha sido colosal por la profundidad alcanzada y por la delicadeza del entorno en el que se ejecuta la estación: el corazón del barrio del Mercat, en la Plaza Ciudad de Brujas, a la que recaen el Mercat Central (siglo XX), la Iglesia de los Santos Juanes (siglo XIV) y las partes traseras del Palacio de los Exarchs (siglo XV), además de varias fincas residenciales de ocho alturas. Por ello, durante la fase de construcción se colocaron hasta 127 sensores que escaneaban cada hora y media los edificios de la Plaza Ciudad de Brujas para detectar cualquier movimiento del terreno.

El método constructivo utilizado en la estación del Mercat ha sido el del «cut & cover» o pantalla a cielo abierto. «La profundidad de excavación final, 32 metros desde la superficie (30 a cota de andén) es la mayor alcanzada en la ciudad de Valencia y una de las mayores de Europa de las ejecutadas mediante el método "cut&cover". La profundidad vino impuesta por las condiciones del trazado de la futura línea de metro, que al situarse bajo las edificaciones requiere esta cota de rasante para minimizar las afecciones en superficie», explican fuentes de CPS Ingenieros.

Para ejecutar la losa de fondo los técnicos también eligieron la técnica del del tapón de fondo (o jet-grouting) para la estación del Mercat porque «da más resistencia y seguridad a la obra». El «jet-grouting» consiste en inyectar lechada (una mezcla de cemento y agua) a mucha presión (550 atmósferas) para mezclarla con el terreno y formar una especie de tapón que sirve de cimentación a la estación e impermeabiliza el fondo de la excavación. (El proceso completo y más detallado se puede ver en la secuencia de imágenes superior). «Ha sido como poner un cubo de agua vacío en una bañera. En estos momentos hay 24 toneladas por metro cuadrado intentando subir hacia arriba. Es como su hubiera un camión presionando en cada metro cuadrado», explican de forma muy gráfica los directores de obra. Para la construcción de la estación del Mercat se han utilizado casi 50.000 m3 de hormigón y 5 millones de kilogramos de acero. El resultado ha sido una estación con un andén central de 80 metros de longitud, con doble vía a ambos lados, y una anchura de 9,40 metros. Cuando se ponga en funcionamiento tendrá «escaleras mecánicas de 50 metros, desde abajo hasta el vestíbulo compartido del primer piso». Sobre la estación se han construido cinco plantas de aparcamiento (de 3.500 m2 cada planta) que podrá utilizarse cuando la Conselleria de Infraestructuras saque a concurso la concesión de la explotación. El parking tendrá acceso directo al Mercat Central por lo que la primera planta se ha construido con el «suficiente gálibo para que entren furgonetas», aunque el diseño realizado por CPS Ingenieros permitirá «mantener separados los flujos del Mercat Central y del tráfico general». A principios de agosto se finalizará la urbanización (casi definitiva) de la Plaza de Brujas, por lo que la zona, tras cinco años en obras, volverá a la normalidad.