El Ayuntamiento de Valencia ha dejado en manos de la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura el destino de las ruinas del molino hidráulico del barrio del Carmen que quedaron a la vista hace 17 años en un solar de propiedad privada de la calle Salvador Giner.

El ayuntamiento barajó en 2008 elevar la protección del molino al máximo (nivel 1). El entonces concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, anunció a bombo y platillo que las ruinas estaban "en perfecto estado" y quedarían integradas en el edificio residencial proyectado en el solar. Los restos del molino serían visitables en la planta baja porticada y exenta del nuevo edificio. De aquel proyecto no se ha vuelto a saber.

El catálogo municipal de Bienes y Espacios protegidos recientemente aprobado por la Conselleria de Cultura define el molino hidráulico del Carmen como "el más antiguo de al-Andalus" y lo señala como evidencia física de los orígenes de la huerta de Valencia.

El último paso que ha dado el consistorio para la protección del molino, según se desprenden de una respuesta facilitada por el concejal de Coordinación Jurídica, Felix Crespo, al grupo socialista, ha sido remitir a la Dirección General de Patrimonio el informe redactado, a instancias de una moción del PSPV, por el Servicio Municipal de Arqueología con las propuestas de actuación para las ruinas.

El citado informe aporta como solución para la conservación del molino el traslado piedra a piedra de la infraestructura islámica a otro punto de la ciudad. Como alternativa, podrían cubrirse las ruinas, previamente protegidas con mallas, en espera de tiempos mejores para su puesta en valor, una opción que apoyan otros arqueólogos consultados al considerarse más respetuosa con los principios de la Carta de Venecia que el traslado.

Según la respuesta de Félix Crespo al grupo socialista, el ayuntamiento ha instalado al propietario del solar -la empresa inmobiliaria Tremon S.L.- y a la Conselleria de Cultura, como organismo competente para la protección de los restos encontrados "para que se concreten las actuaciones que se van a llevar a cabo por ambos al objeto de custodia y conservación de los restos del molino".

El ayuntamiento deja así en manos de la conselleria el futuro de las ruinas, algo que denunció ayer el concejal socialista Salvador Broseta quien reclamó una actuación urgente del consistorio ante la situación de abandono y deterioro del molino.