El Ayuntamiento de Valencia firmará en los próximos días un convenio con las organizaciones La Casa Grande, el Rastrell y la Fundación José María Haro (Cáritas) para la instalación de 75 contenedores de ropa usada y calzado en otros tantos edificios públicos de la ciudad, esencialmente pabellones deportivos, mercados, bibliotecas y juntas de distrito. Serán todos contenedores de color naranja con el logo de la organización y un número que identificará el recipiente con el lugar, de manera que no aparezcan de nuevo los famosos contenedores pirata.

Fue a principios de mayo cuando el concejal de Ordenación Jurídica y Licencias, Félix Crespo, anunció la retirada de los más de 500 contenedores de ropa usada que había en la ciudad para proceder a su regulación. Muchos de ellos pertenecían a organizaciones que hacían negocio con la ropa en vez de reutilizarla de forma solidaria. Se dio entonces un plazo de 30 días para que estas organizaciones retiraran sus recipientes y, según el concejal, todas han cumplido debidamente.

Las exigencias

Luego, se ha procedido a la selección de las organizaciones que podrán poner sus contenedores, a las que se les exigía una labor humanitaria, al menos cuatro años de experiencia, centrar su actividad en Valencia y contribuir a la inserción laboral de personas necesitadas. Y se decidió que fueran las antes citadas, que ya operaban en la ciudad y cumplen todos estos requisitos.

También se ha decidido que sean 75 los contenedores que finalmente se colocarán, 25 cada una. Y en los próximos días se firmará un convenio con éstas para proceder a su inmediata instalación, todo ello antes de las vacaciones de agosto.

Ya se ha conseguido incluso, según Félix Crespo, que las entidades se pongan de acuerdo sobre los lugares que ocupará cada una.

El concejal explicó que las organizaciones que se han quedado fuera de este convenio "han entendido perfectamente" las condiciones que puso el Ayuntamiento de Valencia. "En unas ciudades han optado por un modelo -algunas cobran, otras dan vía libre- y nosotros hemos optado por éste, que persigue básicamente que tenga sentido humanitario y que resulte gratuito", explicó.