"En esta parte sólo quedamos nosotros"

Desde primera hora de la mañana, operarios de la empresa constructora retiraban vallas de la Plaza Ciudad de Brujas y abrían pasos que llevaba cerrados más de cuatro años. Los vecinos lo celebraban a medio camino entre la indignación por lo que han sufrido y el alivio por lo que esto supone para el futuro. Especialmente contentos estaban en el único establecimiento que ha sobrevivido en la acera de enfrente del Mercado Central, una ferretería que lleva allí más de veinte años.

"Aquí en esta parte no ha quedado nadie y nosotros aguantamos para que se pueda quedar mi sobrina con el negocio y luego su hijo. Sería ya la quinta generación", dijo la mayor de las propietarias. "Mi sobrina ha sido la primera que ha cruzado", añadió refiriéndose al paso de peatones que conecta ahora la puerta de su establecimiento con el Mercado Central. "Ya ha pasado dos veces", dice. Ahora su preocupación y la de los vecinos es lo que queda, la urbanización definitiva de la plaza. Y no es sólo por el tiempo que pueda tardar, sino por lo que hagan. "No queremos que pongan bancos, ni árboles, ni nada que traiga aquí mala gente, porque aquí detrás está todo lleno de personas así y es un desastre", coincidieron en señalar varios residentes.

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