Dallas, la cuarta metrópoli de EE UU, mantiene un idilio con Santiago Calatrava, que hace mas de un año cambió la línea del horizonte de esta ciudad con la inauguración de un puente 122 metros de alto y ahora le ha encargado un segundo viaducto. Los puentes de Calatrava y la pasión de esta urbe, que alberga en el Meadrows Museum la mayor colección de pintura española fuera de nuestro país, por Sorolla son los lazos de un hermanamiento que ayer dio sus primeros frutos. Se trata de un convenio de intercambio de estudiantes y profesores entre la Facultat de Medicina de la Universitat de València con la University of Texas South Western (UTSW), líder mundial en investigación biomédica que tiene a cinco nobeles en plantilla.

El alcalde de Dallas, Mike Rawlings, que encabeza la delegación tejana de visita en Valencia, señaló ayer tras la firma de acuerdo interuniversitario que este hermanamiento «no sólo es importante por la amistad, sino que también es bueno en términos prácticos por la colaboración entre instituciones culturales y académicas que permitirá intercambios de alumnos que podrán aprender unos de otros». Rawlings señaló que Valencia «está ayudando a cambiar Dallas, no sólo por este hermanamiento entre ambas ciudades, sino por la obra de Calatrava».

El acuerdo de cooperación, que se firmó en 2010, se aceleró en marzo de 2012 cuando una delegación valenciana presidida por el vicealcalde Alfonso Grau participó en la inauguración del puente de Calatrava. A partir de ahí los comités ciudadanos de hermanamiento presididos en Valencia por Marta de Diego y en Dallas por el médico José Gómez, han ido fraguando los acuerdos de con la ayuda de ambos consistorios. Gómez añade que esperan firmar en un año «otro acuerdo con Odontología, porque Dallas necesita médicos de habla hispana».

El siguiente paso será la exposición de más de 100 obras de Sorolla que prepara el Meadrows Museum y para la que la Fundación Bancaja cederá la obra «La triste historia». Mayrén Beneyto, concejal de Cultura, explica que los dalasitas «como amantes de Sorolla son también amantes de Valencia

y quieren conocer como se movió el pintor por la ciudad y su mar».