El céntrico barrio de Russafa volverá a partir de este fin de semana a la actividad normal tras las vacaciones estivales con numerosas calles cortadas por las obras de reurbanización de aceras y "lavado de cara" impulsadas por la Conselleria de Infraestructuras y en las que está previsto invertir 15 millones de euros.

Vecinos del entorno del eje Literato Azorín aseguran que los plazos se están inclumpiendo y citan como ejemplo lascalles Francisco Sempere y Poeta Al Russafí, dentro del eje Literato Azorín, cuyas obras empezaron el 30 de abril y debían, según el calendario de obras colgado en la página web de la Conselleria de Infraestructuras, estar acabadas el 30 de junio, lo cual se traduce en un retraso de dos meses de retraso.

Lo peor, explica un vecino, es que han convertido la confluencia de las citadas calles que, según denuncian, ya debían estar abiertas en una zona de almacén de material de obra y maquinaria, donde no sólo se aparcan las máquinas también los coches de algunos responsables de la obra.

El problema aseguran los vecinos que sufren las molestias -cortes de calles, ruido, polvo, falta de aparcamiento...- de las obras es que que durante los meses de verano el ritmo de trabajo se ha ralentizado y "está todo el barrio empantanado". Así temen que empiecen a coincidir unas obras con otras y que las actuaciones de reurbanización que tenían que empezar en septiembre se solaparán con las que, como el eje Literato Azorín, tenían que haber acabado en junio pero que siguen en marcha.

Los vecinos se quejan de que hay pocos obreros trabajando, que tienen muchos ratos muertosy que "a mitad de obra en una calle se pasan a la otra".

Aceras nuevas en todo el barrio

Las obras de reurbanización -renovación de aceras y servicios y cambio de alcorques, arbolado y mobiliario urbano- se han dividido en cinco fases y suponen la reurbanización integral de la "mayor parte del barrio", según destacó el director general de Infraestructuras, Vicente Dómine, en una visita realizada en junio pasado con el concejal de Urbanismo, Alfonso Novo al barrio. La conselleria tiene previsto actuar en 80.000 m2, aunque inicialmente eran 60.000 m2.

El total de las obras durará un año -de enero de 2013 a enero de 2014-. La previsión es que cada una de las cinco fases se desarrollara en el peor de los casos entre cuatro y seis meses. Los plazos y el ritmo de trabajo, sin embargo, parece que se le han ido de las manos a la conselleria, a tenor de las quejas vecinales.

Los vecinos aseguran que han presentado numerosas quejas en la conselleri y el ayuntamiento sin obtener respuesta.

Las obras de reurbanización en Russafa están poniendo a prueba la paciencia de los vecinos por las molestias lógicas y, especialmente, por el elevado número de calles cortadas. Con las calles abiertas en canal, hay que acceder a las viviendas mediante pasarelas metálicas, algo especialmente complicado para personas mayores o carritos de bebé. En algunas calles se han tenido que cerrar accesos a los aparcamientos, lo que agrava el problema de falta de plazas para aparcar en este populoso barrio de calles estrechas. Al margen de los problemas de movilidad, el ruido y el polvo, las obras impiden abrir las ventanar o algo tan sencillo como hacer la colada. "Entre semana no puedo poner la lavadora porque se mancha de polvo", apunta un vecino indignado con el retraso en las obras que reclama a la Administración que ponga las pilas a las contratistas de las obras.