La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia desveló ayer que tienen conocimiento de que las compañías que utilizan cableado para sus servicios de telefonía e internet piden permiso a las fincas en las que van a colgar los cables. Lo hacen a través de los administradores de fincas, que preguntan a los propietarios si quieren o no colgar de su fachada los cables que cruzan calles enteras y que EUPV denunció esta misma semana. «Sé que en septiembre habrá una reunión en una finca cercana a Blasco Ibáñez», explicó ayer María José Broseta, la presidenta de la entidad.

Varios administradores de fincas consultados por este diario confirmaron este extremo y señalaron que las empresas pretenden así ahorrarse el coste que tendría abrir una zanja en la ciudad. Si los vecinos consienten, evitan posibles problemas legales derivados del inclumplimiento de la norma. Los administradores consultados confirman que son dos compañías telefónicas, principalmente, las que recurren a esta manera de esquivar la ley, mientras que otras prefieren abrir zanjas y cumplir la ordenanza, que establece que salvo excepciones todo el cableado eléctrico y de otros suministros como el gas y la telefonía móvil debe ir soterrado.

«No es un cableado legal», destaca Broseta, que señala que en septiembre contactarán con las asociaciones de vecinos afectadas „«una de las primeras que nos puso sobre aviso fue la de l´Amistat», dice„ para decidir qué medidas tomar. Si los propietarios de las fincas rechazan que los cables cuelguen de sus fachadas, Broseta recuerda que, según la Ordenanza Municipal de Zanjas del Ayuntamiento de Valencia, que data de 1993 aunque fue modificada en 2007, prohíbe el cableado aéreo e, incluso, que los cables discurran por fachadas o de edificio a edificio y obliga a soterrarlos.

El vicepresidente de la entidad y presidente de la asociación de vecinos de Patraix, Antonio Pla, también señala que la problemática de estos cables está más presente en el centro histórico. «La incidencia es mayor ahí, hay muchos sitios donde no se cumple la ley», detalla. La Federación de Asociaciones de Vecinos, de la que Pla es vicepresidente, ha planteado en varias ocasiones, siempre en palabras del dirigente vecinal, que cuando se abren zanjas en la ciudad „muchas de ellas precisamente en verano, como contó ayer este diario„, «se aproveche y se pase por ahí el cableado».

Las palomas comban un cable en Patraix

La situación, en otros puntos de la ciudad, ha llegado a motivar denuncias de los vecinos. Es el caso de un tendido que discurre entre dos fincas situadas en la confluencia de las calles Venerable Agnesio y Juan Bautista Corachán, en pleno corazón del barrio de Patraix. El presidente de la asociación de vecinos del barrio, Antonio Pla, explicó ayer que los habitantes de las fincas de alrededor se quejaron ante el ayuntamiento porque el cableado «es ocupado sistemáticamente por bandadas de palomas», lo que provoca que el tendido «se combe y se quede muy cerca del suelo, donde es peligroso». En ocasiones, explica, otras aves más grandes como las gaviotas se posan en ese mismo cableado. La solución que dio el ayuntamiento, según Pla, fue pedir a los vecinos que pusieran «redes o clavos» en sus balcones para evitar que las palomas entraran en ellos. La situación es también un problema en el centro de la ciudad, en el Carmen, como explicó Pla, donde el cableado aéreo es «casi una constante». Á. S. Valencia