La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá,intentó ayer disipar los nubarrones de su imputación en el caso Nóos con los que se ha estrenado en el curso político volcándose con la subsede de vela para Valencia dentro de la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2020. Barberá se mostró convencida de que la celebración de este gran evento deportivo no hipotecará el desarrollo y las concesiones de la Marina Real Juan Carlos I que tiene una deuda pendiente de más de 300 millones de euros.

La alcaldesa en su informal comparencencia ante los medios de comunicación tras las vacaciones estivales, se esforzó por mostrar serenidad y trasladar a los valencianos su ilusión por conseguir la subsede de vela.

Para ello, anunció que hará valer durante su viaje con la delegación española a Buenos Aires, donde el día 7 se decide la ciudad sede de los juegos de 2020, sus contactos en las altas esferas del Comité Olímpico Internacional. Barberá trasladó ayer su "deseo" de "contribuir a entablar conversaciones, en la medida en que pueda conocer a alguien" ya que, dijo conocer, a algunas personalidades del COI. Sin citarlo, Barberá aludía al presidente del citado organismo, Jacques Rogge, al que conoció durante la celebración de la Copa del América.

A falta de mayor definición sobre las obras deportivas, las infraestructuras y usos previstos en la Marina Real Juan Carlos I para albergar la subsede pueden condicionar las licitaciones de las bases deportivas y los tinglados, entre otras. Barberá, sin embargo, asegura que la subsede puede "acelerar las inversiones y el desarrollo de la dársena", fundamentalmente "el establecimiento de todo el núcleo de la zona deportivo-náutica prevista en la zona sur, y al hilo de ello, el establecimiento de la zona industrial náutica que tiene que ir acompañando la deportiva".

Para Barberá, cuyos problemas con la justicia le llegan precisamente a raíz de una gran evento deportivo (la Copa del América), la subsede "es una gran oportunidad en proyección de Valencia, en inversión y en dinamismo económico", ya que implicaría "adelantar las inversiones, la mejora y el desarrollo de la dársena algún tiempo porque esta inversión viene del Estado y de la candidatura Madrid 2020". Según se ha publicado, Valencia espera recibir once millones de euros para obras olímpicas.

Con todo Barberá recalcó que "la infraestructura está hecha" y básicamente "sería acoplar la zona náutico-deportiva", mientras que los atletas se alojarían "en los hoteles que están alrededor y, de aquí a allá, puede incluso haber más", apuntó la regidora. En el plan de usos de la marina real hay previstos hoteles, si bien de momento no se han licitado.

Para Barberá, "lo más importante es sacar el plan de ordenación de la dársena" que está en fase de redacción por parte de la empresa Aumsa y sin el cual el Consorcio Valencai no puede licitar nada ni conceder licencias. A partir de ahí, dijo Barberá sin concretar más fechas, "muchas licitaciones se verán respondidas perfectamente por los inversores". "Hay que desarrollar la Marina y si podemos mejorar alguna cosa más, la iremos mejorando".

Para Barberá, Valencia cuenta con "la mejor subsede de vela del mundo" gracias al prestigio y la experiencia obtenidos al albergar la Copa del América. La elección de Valencia como subsede de vela, dijo la regidora, es " directo" de la Copa del América.