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Las procesiones que tendrán lugar en Campanar a partir de la semana que viene en honor al Santísimo Cristo del Pouet deberán incorporar en su estética el uso de cirios "con protección" para evitar que la cera derretida dañe la vía pública o provoque caídas. Esta novedad queda presente en una resolución de la Junta del Gobierno Local, en la que se precisa además que, durante el traslado de la imagen del Cristo del Pouet por la avenida Maestro Rodrigo, se deberán respetar las normas de circulación habituales para los peatones como caminar por la acera, utilizar los semáforos en verde o los pasos de cebra.

La protección en los cirios para impedir que se manche la calzada ya es una práctica habitual en algunas procesiones, pero es la primera vez que se regula mediante una resolución aprobada por el Ayuntamiento de Valencia. De esta forma, Campanar se convierte en el primer barrio de Valencia que deberá incorporar obligatoriamente platillos metálicos u otro tipo de recipiente que recoja la cera derretida con tal de no dañar la calle. Evitar su vertido garantizaría la protección de los peatones ante posibles resbalones por culpa de la cera derretida, mejoraría el aspecto de la calle durante los días de procesión y reduciría el coste de limpieza de la vía, ya que tras el paso de las procesiones con cirios se preparan dispositivos de limpieza especiales para retirar la cera sólida y fría que se queda pegada tanto en aceras como en la calzada.

Prohibir el uso de cirios sin protección se planteó en otras procesiones como en la Sagrada Cena de Málaga, aunque no terminó de gustar a los fieles, que incluso llegaron a plantearse no encender las velas para no verter la cera o directamente no usarlas durante la procesión. Decisión que vino forzada por el área de Medio Ambiente con la idea de ahorrarse el coste de limpieza de las aceras, según apuntaban los participantes de la procesión.

Cirios electrónicos

El año pasado, el ayuntamiento de Alzira decició penalizar con multas de entre 350 y 750 euros el vertido de cera de los cirios en la vía pública a las cofradías o entidades festeras que organizan procesiones y también a los fieles que participan en ellas. Según declaró entonces la concejal de Servicios Públicos, Lola Ortega, la multa se aplicaría a aquellos que ensucian la calle y las sanciones más graves podrían llegar a ser hasta de 3.000 euros. Como alternativa a los cirios se propuso llevar las velas con un recipiente para depositar la cera o recurrir a cirios electrónicos.

Este tipo de cirios "ni manchan ni queman ni se apagan", tal como anuncian sus fabricantes. Su aspecto visual es el mismo que el de uno normal, pero en lugar de con fuego funcionan con pilas. De esta forma, se evitan los problemas del vertido de cera en la vía pública y tampoco hay riesgo de quemaduras en ropa o piel.