La polémica ordenanza contra la prostitución, que ha conseguido poner de acuerdo en que no están de acuerdo a políticos -PP y PSPV por un lado y EUPV y Compromís, por el otro-, vecinos y agentes sociales entra hoy en vigor, tal como informaron ayer fuentes municipales. El barrio que más se beneficiará de la ordenanza, y el que más tiempo lleva reclamándola, será Velluters, donde los vecinos están preocupados por la prostitución que, dicen, campa a sus anchas por las calles del antiguamente conocido como "barrio chino".

La ordenanza multará con hasta 2.000 euros por contratar los servicios de prostitutas en lugares apartados, con poca iluminación o cercanos a vías de circulación, en clara referencia a la prostitución de extrarradio, para intentar evitar que los servicios sexuales se trasladen del centro de la ciudad a la periferia, lo que significaría llevar el problema de un sitio a otro, pero no sería una solución.

Se trata de una ordenanza que ha pasado por varias etapas en las que tanto vecinos, como entidades que trabajan con las prostitutas como los grupos municipales han podido presentar alegaciones. La ordenanza fue consensuada con el grupo socialista, aunque recibió duras críticas de EUPV, que considera el texto "demasiado policial y poco social", y de Compromís. Además, en la fase de alegaciones se admitieron tres alegaciones, dos de ellas de dos militantes socialistas que estaban en contra de algunos de los supuestos que defendía el PSPV.

A partir de mañana, y esta es una de las novedades más importantes, comenzará a desaparecer la publicidad en la vía pública, ya que se obligará a la "inmediata retirada" de la misma una vez entre en vigor el texto y sin esperar a la resolución del procedimiento sancionador.

Las alegaciones presentadas, por otra parte, consiguieron eliminar algunos elementos contradictorios. Es el caso de la tercera alegación aprobada -de 10 presentadas-, la que firmaba UPyD en Valencia y que pedía que se eliminara la sanción por exhibición. Argumentaban que esas multas serían, principalmente, para las mujeres que ejercen la prostitución, lo que entra en contradicción con el hecho de no sancionar a las mujeres que ejercen la prostitución.

La Federación de Asociaciones de Vecinos, por su parte, ya ha hecho público en varias ocasiones su rechazo a la ordenanza, de la que han dicho que ha salido adelante "con el menor apoyo público que puede tener", según dijo Matilde Ramos, representante de la entidad, en el pleno en el que se aprobó la ordenanza. "Los aspectos sociales, sanitarios o de explotación de la mujer ocupan un lugar secundario", dijo.