La de ayer fue una tarde de altos tacones, modelitos de todas las calidades e infinidad de miradas. Empieza, para casi 150 falleras, la última de las pruebas de acceso a la corte de honor. Atrás quedan casi dos meses desde la disputa de la fase previa en la Feria de Julio donde no habrá faltado la preparación concienzuda: las mayores, una empapada de historia fallera, nombres de artistas, de comisiones ganadoras de premios y de cultura general. Las infantiles, cómo contestar determinadas preguntas y moderar gestos. Y todas ellas, por supuesto, mostrar una adscripción plena a la fiesta fallera y no flaquear en ningún momento. Ni una mala palabra, ni un mal gesto y siempre buen rollo con los calificadores.

La recompensa es un cargo que, por mucho que se empeñen los críticos, sigue siendo muy atractivo para las protagonistas. Y para los padres y madres. El posado de ayer, por primera vez en las escaleras del Palau de les Arts, fue para medios gráficos y para docenas y docenas de dispositivos electrónicos activados por los progenitores.

Desde niñas que aún no son más que tiernas alevines hasta madres que han superado ampliamente la treintena de años se arracimaron sin pensar de momento que sólo una de cada seis serán agraciadas con el puesto en la historia de la fiesta.

El concejal Francisco Lledó desveló sus quintetos de calificadores, resultado final de numerosas consultas, de candidatos que se han ofrecido o que han sido recomendados por personas de su entorno.

En el jurado grande hay una fallera mayor de Valencia, Vanessa Lerma (2003); una periodista que fue componente de la corte, María Tomás (2010); una abogada madre de una niña de corte infantil, Inés Soriano; el director de mercadotecnia del hotel Abba, un escenario habitual de eventos de la JCF, Carlos Pamblanco y el chófer (taxista profesional) que lleva el coche oficial de la fallera mayor de Valencia desde 1994, Antonio Ramón.

En infantiles, dos falleras mayores: Carla Muñoz Antolí-Candela (1991) y Paloma Redondo (infantil de 2000), una cortesana, Victoria Martínez (1998), un profesor, Salvador Penadés y una licenciada en filosofía, Begoña Sorolla, aunque cuya fama y relación con Lledó es la de haber sido hasta hace poco la presidenta de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera de Valencia.

Curiosamente, las dos falleras mayores de este jurado son las únicas que, hasta el momento, se han atrevido a llevar un traje «Siglo XVIII» en sus actos de exaltación en el Palau de la Música.

Francisco Lledó convocó a los padres de las infantiles para darles las instrucciones sobre los primeros días en que las niñas tendrán actividades, para recomendarles que no hagan caso de lo que se diga en los foros cibernéticos y prometerles que el jurado trabajará con plena honestidad. A las mayores se lo dijo directamente a ellas. Lo que unas y otras crean, sobre todo a partir de la noche del 28 de septiembre, será otra cosa, como pasa todos los años.

Se ocupará todo el graderío

Precisamente, el acto de elección estrenará formato ya que el espectáculo no estará presidido, como hasta ahora, por un escenario. Ocupará totalmente el perímetro y aunque las obras de seguridad que se realizan en la Fonteta reducen el aforo general, habrá un aumento de las localidades para asistir.