"No es que se nos haya pasado. Éramos plenamente conscientes de lo que había. No hay nada que ocultar: sabemos cuál es nuestra senyera y somos tan "blaveros" como muchos, pero de verdad que nunca pensábamos que se iba a formar tanto lío. Como no hay mala intención, es mejor cambiar y no pasa nada". El presidente de la Federación Valenciana de Moros y Cristianos, Vicente Roig, tuvo ayer un día especialmente ajetreado desde que dio a conocer la obra ganadora del concurso del cartel anunciador de la Entrada Mora y Cristiana de 2013, el evento que discurre por el centro de la ciudad la tarde del 9 de octubre.

La obra elegida era original del artista Rubén Lucas García, de la población murciana de Torreaguera. En ella, sobre un fondo parecido al cuero, se perfilaban de forma figurativa las figuras de un moro y un cristiano enfrentando sus armas. En su interior, una senyera sin azul -técnicamente incorrecta, ya que estaba formada por cuatro barras rojas y cuatro amarillas y no cinco-. Fue darla a conocer y desatarse una tormenta en los círculos festivos al considerar que faltaba el color azul. Aunque, en principio, se intentó defender por tratarse de una "interpretación", los responsables decidieron volver a convocar al jurado.

"No queríamos "pegotes""

Vicente Roig destacaba precisamente la falta de mala intención. "¡Por descontado! Ni siquiera es cuestión de entrar en debate sobre bandera de la Corona de Aragón ni nada parecido. No había más que un proyecto artístico que nos gustaba bastante y que creíamos que merecía el premio, pero visto lo visto, lo mejor era encontrarle una solución". Ésta fue bastante fácil por un golpe de fortuna: "había seis obras; tres de ellas se descartaron, otra nos parecía un punto demasiado infantil y la otra que nos había gustado bastante era del mismo autor que la ganadora".

Se planteó incluso la posibilidad de incorporar el color azul a las barras "pero al final, eso habría sido un pegote. Ya habría sido el cartel 'de la cuatribarrada' a todos los efectos. No vamos a engañarnos: este cartel, en otras poblaciones, no habría suscitado ningún debate. Pero esto es Valencia ciudad y como entendemos la cuestión porque somos los primeros que tenemos claro lo que somos, no tenemos problema en cambiarlo".

La obra ahora ganadora de los 500 euros es bastante diferente de concepción. Aquí priman la cruz y la media luna multicolores y con trazo de "brochazos". "También es una obra que nos gusta. El artista no quiere meterse en ningún lío porque no tiene ninguna significación y está de acuerdo".

El jurado, además de Vicente Roig (doce años presidente de Bolsería-Tros Alt), lo componían dos conocidos artistas falleros (Miguel Lopez Monserrat y Javier Santés) y Javier Ferrandis, artesano responsable de la firma Feror. "Como puede verse, no somos personas especialmente significadas de ninguna forma. Y no se nos ha escapado. Simplemente, no pensábamos que se iba a formar ninguna tormenta. Así que lo mejor es calmarla. Seguro que quien no quiera lío, entenderá tanto la primera decisión como la segunda. Lo último que queríamos es que nadie dejara de sentirse representado".