Rita Barberá admitió la «decepción» que ha supuesto no ser subsede de unos juegos olímpicos, pero «el mundo no se acaba en esto y hay muchas más cosas», entre ellas el desarrollo de la Marina Real, cuyos planes pueden verse ralentizados por este contratiempo, pero nunca alterados. Tras repasar todos los proyectos puestos en marcha por el Consorcio Valencia 2007, gestor de la dársena, anunció, por ejemplo, que el ayuntamiento se ha puesto en contacto con las federaciones de vela y remo para que promocionen entre el resto de federaciones internacionales «el mejor campo de regatas del mundo», que es el de Valencia, como espacio donde prepararse para las próximas olimpiadas. Anunció también que en el próximo mes de noviembre saldrá a exposición pública el planeamiento del recinto, que desde hace unos meses es propiedad del Ayuntamiento de Valencia. Se trata de un paso vital para integrar la Marina Real en la ciudad y convertirla en un barrio más. También para desarrollar el plan de usos, que sigue intacto, dijo.