La población española que busca empleo a través de Cruz Roja se ha incrementado en un 17 por ciento desde el inicio de la crisis hasta situarse en un 43 por ciento, cuando en el año 2008 la mayoría (un 72 por ciento) eran inmigrantes. Este es el cambio más significativo en el perfil de la persona que acude al Plan de Empleo de esta organización, que en su mayoría son mujeres (55 por ciento), menores de 30 años (25 por ciento) y con estudios de primaria o de secundaria obligatoria. Según el balance 2008-2012 de este Plan de Empleo Cruz Roja ha atendido a 195.000 personas en ese periodo, a las que ha ofrecido formación y apoyo para integrarlas en el mercado laboral. De ellas, 44.000 han encontrado un empleo, un 65 por ciento mujeres, debido a que «se adaptan mucho mejor a cualquier tipo de trabajo que los hombres», aseguró Toni Bruel, coordinador general de la organización.

La mayor parte de los trabajos están ligados al turismo, al comercio o al servicio a las personas y son de baja cualificación, aunque la organización garantiza que no son «empleos injustos». Bruel ha puesto de relieve que se están agravando las necesidades personales en relación al empleo, ya que las personas que se quedan desempleados ahora «tienen entornos más difíciles» para lograr un trabajo. «Mucha gente que había salido de la exclusión en tiempos de bonanza vuelve y aparece una nueva población que nunca había estado desempleada» y que no pensaron en tener que acudir a un recurso social para pedir ayuda, subrayó.

Bruel explicó que la «gente real» que acude a la organización va desde el joven de 25 años que empezó a trabajar en la construcción con 17 años y que se ha quedado en la calle y la secretaria de más de 50 años que tenía éxito en su empresa y que nunca creyó que se iba a quedar sin empleo. En el primer caso se trata de trabajadores de baja cualificación y en el segundo con cualificación pero no adaptada a las demandas actuales. Son personas con una vida que creían resuelta y que se ven a un paso de la pobreza, en las que el shock emocional es aún mayor porque «no estaban preparadas» para esto.