El Ayuntamiento de Valencia ha aprobado este viernes provisionalmente, en el pleno ordinario de septiembre y con los votos a favor del PP y de Compromís, la nueva tasa que los bancos tendrán que pagar a partir de 2014 por los cajeros que tienen instalados en la calle y que son utilizados desde la vía pública, atendiendo al aprovechamiento especial del dominio público local mediante estas elementos, y la ordenanza fiscal correspondiente. De este nuevo pago quedan excluidos los cajeros situados dentro de las oficinas bancarias dado que no hacen uso de la vía pública.

La nueva tasa, que ha contado con el voto en contra del PSPV y la abstención de EU, establece tres categorías fiscales determinadas en función de los valores catastrales del suelo donde se ubique cada cajero según un estudio hecho por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) para la modificación de la Ordenanza sobre el Impuesto de Actividades Económicas. Asimismo, antes de concretar sus parámetros, el consistorio ha estudiado su aplicación en otras ciudades --como Murcia, Barcelona, Sevilla, Málaga, Alicante, Castellón, Bilbao, Elche o Torrent--.

Tras ello, la administración local ha propuesto que los precios anuales por esta tasa, según ha destacado el gobierno municipal inferiores a los aplicados en otras urbes, sean de 592 euros en la categoría fiscal primera; de 532,80 en la segunda categoría y de 503,20 euros en la tercera. El consistorio ha cifrado en unos 300 el número de cajeros existentes en la capital valenciana ubicados en la vía pública y susceptibles de tributar, lo que supondría unos ingresos de alrededor de 140.000 o 150.000 euros al año.

El concejal de Hacienda, Silvestre Senent, ha explicado que la nueva tasa de cajeros no se había habilitado antes y que se ha presentado ahora porque se estaba "intentando tener seguridad jurídica para implantarla" y ha destacado que los tipos que se aplicarán en Valencia "no se han puesto al tun tun" porque se han decidido con arreglo al estudio de la UPV y de "los valores catastrales de uso bancario". "Aquí se ha hecho un estudio serio y riguroso para poder aplicar esa tarifa", ha señalado.

La concejala de EU Rosa Albert ha recibido con "satisfacción" la tasa por ser "necesaria" pero ha lamentado que "se ha presentado más como un elemento propagandístico que de justicia", a la vez que ha avanzado que su grupo presentará alegaciones para que "se grave de forma justa". El PSPV ha planteado poder "llegar a un poquito más" con esa tasa a los bancos.

Por su lado, el portavoz de Compromís, Joan Ribó, que ha resaltado que su coalición había pedido que se creará esta tasa hace tiempo sin que el PP lo aceptara, ha negado que se haya acordado ahora "para tener seguridad jurídica" ya que "hace tiempo" que se tenía "ya un informe técnico" al respecto. No obstante, Ribó le ha dado la "bienvenida" y ha apuntado que "eso demuestra que no todas las propuestas de Compromís son demenciales".

Por otro lado, el pleno ha aprobado también provisionalmente --con los votos a favor del PP, la abstención de EU y Compromís y el voto en contra del PSPV-- la Ordenanza Fiscal General para 2014, de la que Senent ha destacado que no se suben los impuestos y que se establece cambios por los que respecta a los fraccionamiento de pagos con el fin de facilitar a los contribuyentes el pago de los tributos. El edil ha precisado que se ha decidido "bajar la deuda mínima fraccionable de 350 euros a 150 euros" y establecer "cuotas mínimas de 30 euros" para ello y ha valorado que a este "beneficio" se podrán acoger "los que tengan una situación económica mala".

Para conceder dicho fraccionamiento se tendrá en cuenta la capacidad económica del contribuyente, por lo que el ciudadano que la solicite deberá acreditar en su petición, con la pertinente documentación, que se encentra en condiciones por su situación para acogerse a él.

Silvestre Senent ha resaltado que el consistorio ha pretendido evitar "la picaresca" al pedir que se acredite la situación económica que justifique el pago a plazos para que se conceda a la gente que realmente lo necesita. Ribó ha censurado que esa justificación suponga "discriminación" entre los que más y menos tienen de modo que "a los que pueden pagar más de 350 euros no se les pide nada y sí a los que no pueden". "Cuánto más pobres, más problemas se ponen", ha dicho, además de anunciar alegaciones en esta línea.

El titular de Hacienda, que ha subrayado que Valencia es "la capital de provincia con menor presión fiscal", ha asegurado el Ayuntamiento no ha subido los impuestos y ha precisado que el IBI, el ICIO, las Plusvalías y el IAE se mantienen sin recargo para 2014, por lo que ha pedido a la oposición que no confunda a los ciudadanos hablando de subida.

Tras ello, ha comentado que sólo se ha decidido modificar el impuesto de vehículos --que en el pleno también se ha aprobado provisionalmente con los votos del PP-- para actualizarlo "con el IPC de junio" ya que no se había hecho "desde 2008" a diferencia de otras ciudades.

El edil Pedro Sánchez, del PSPV, que ha pedido un "sistema de pago justo" y "facilidades" a los ciudadanos, ha rechazado la Ordenanza Fiscal General. Además, el concejal ha pedido que "paguen más los que más tienen y ha negado una "menor presión fiscal". Rosa Albert, de EU, ha valorado la posibilidad de fraccionamiento, ha pedido también gravar a los más ricos.

En el pleno se ha aprobado provisionalmente, asimismo --con el PP a favor, el PSPV y Compromís en contra y la abstención de EU-- la modificación de las tasas para 2014 con el fin de "cubrir el coste de los servicios" para los que se aplican y "no para cuadrar el presupuesto". Así, el importe de las tasas se cambiará aplicando también el IPC de 30 de junio. La oposición ha rechazado lo que el PP considera una "actualización" de las tasas y ha indicado que supondrá "una subida" para los ciudadanos que ven congelados sus sueldos y pensiones.