El proyecto de reforma y vaciado interior del Colegio Mayor Luis Vives (Blasco Ibáñez,23) que promueve la Universitat de València para instalar allí una residencia para investigadores no avanza. El ayuntamiento de Valencia le ha denegado a la Universitat la licencia de obras solicitada en diciembre de 2012 ante los informes contrarios de la comisión municipal de Patrimonio y del servicio de Bomberos.

La reforma del colegio, cerrado desde julio de 2012, provocó un fuerte rechazo por parte de residentes, antiguos alumnos y profesores al que ahora se une la Fundación Goerlich, impulsada por los herederos del que fue arquitecto mayor de Valencia en defensa de la cultura y el patrimonio en general y del legado de Javier Goerlich en particular.

La denegación de la licencia de obras solicitada se justifica ante la falta de pronunciamiento de la comisión municipal de patrimonio que "no ha podido ser emitido porque el proyecto presentado resulta insuficiente para poder valorar el alcance patrimonial de la intervención".

El informe del servicio de Bomberos destaca "deficiencias significativas" que no se han subsanado. Según Bomberos, el proyecto no cumple ocon la normativa de prevención de incendios y tampoco se ajusta a la normativa de seguridad y habitabilidad de los alojamientos, además, de no ajustarse a la ordenanza de contaminación acústica.

El Colegio Mayor Luis Vives, construido por Goerlich en 1954 bajo los principios de la arquitectura racionalista, forma parte del conjunto de edificio históricos que se mantienene en Blasco Ibáñez, antiguo Paseo al Mar.

La Fundación Goerlich, que preside el abogado Andrés Goerlich Lledó, se personó en el expediente de reforma del colegio Luis Vives que tramita el ayuntamiento como parte interesada. La fundación ha presentado un extenso informe de alegaciones contra el proyecto en el que solicita que se deniegue la licencia por constituir un "grave atentado al patrimonio" y dada la "falta de oportunidad económica en el actual contexto de crisis económica. Los Goerlich cargan contra la universidad por querer gastarse 12 millones de euros en la reforma del colegio cuando por menos dinero, argumentan, puede construir un edificio ex novo en otro sitio.

Los Goerlich apuntan que el estado de conservación del edificio es "bueno". Así lo constata la inspección municipal realizada en enero pasado. Los técnicos municipales destacan en su informe la "interesante configuración volumétrica de los espacios interiores (vestíbulo, comedor, salón de estar), de la escalera, así como del cuerpo independiente de la antigua capilla reconvertida en salón de actos". Destacan igualmente "detalles decorativos como las barandillas exteriores, rejerías, cristaleras, el jardíny el sistema de cierre con persianas originales de madera".

La Fundación Goerlich ha solicitado al ayuntamiento que se incoe la declaración del colegio como Bien de Interés Cultural para preservarlo. El colegio está protegido con nivel 2 -que obliga a mantener fachadas- y está incluido como Bien de Relevancia Local en el nuevo catálogo de edificios protegidos de la revisión del PGOU en trámite.