La Dirección General del Juego, dependiente de la Conselleria de Hacienda, ha autorizado al Ayuntamiento de Valencia para que los centros de mayores de titularidad municipal puedan organizar partidas de bingo. Así lo explicó ayer a este diario la concejala de Bienestar Social, Ana Albert, quien aseguró que tras meses negociando, la Dirección General del Juego ha emitido una nota interior en la que autoriza el bingo en los centros de mayores siempre que sea sin apuestas de dinero.

Se trata de una excepción en la la ley valenciana del Juego que considera el bingo una actividad catalogada que sólo puede realizarse en casinos y salas autorizadas. Esta excepción, sin embargo, no se ha recogido como tal en el nuevo reglamento de los centros de mayores, que está en fase de alegaciones, donde sí se regulan las partidas de cartas como el mus, la brisca o el tute. El reglamento prohíbe el juego con apuestas en los centros de mayores, si bien exime a los denominados "juegos tradicionales" siempre que se practiquen con un límite de apuestas de cinco céntimos de euros por persona y 20 céntimos por partida.

En relación al nuevo reglamento, los centros de mayores consultados no creen que vaya a potenciar más el juego. Es más en muchos las directivas están por potenciar más los talleres y actividades como la rondalla, la pintura y la poesia en vez del juego, aunque el bingo -pese a las denuncias y "chivatazos" de las salas autorizadas que han desencadenado inspecciones de la policía en algunos centros de mayores- sigue teniendo mucho tirón.

Por su parte, el grupo socialista a través de la concejal Anaïs Menguzzato, anunció que presentará alegaciones al reglamento para que no se permitan las apuestas y se potencien las actividades culturales y no el juego en sintonía con las necesidades de las nuevas generaciones de mayores.

Con la modificaicón del reglamento de los centros de mayores el equipo de gobierno da respuesta a una petición de los usuarios de los más de 50 centros de este tipo existentes en la ciudad, donde, sobre todo, entre las generaciones más mayores, está bastante extendida la práctica del juego y el bingo. La concejala de Bienestar Social, Ana Albert, apuntó que seguirán negociando con la Dirección General del Juego para que se modifique la normativa del Juego de modo que se permita jugar al bingo con apuestas pequeñas. El ayuntamiento considera que no se pueden equiparar las apuestas de un casino con las que hacen los jubilados, que en la mayoría de los casos juegan a céntimo. La prohibición de las apuestas ha llevado a muchos usuarios aficionados a las cartas a jugar a hurtadillas, escondiendo el dinero debajo del tapete. Con el nuevo reglamento esto ya no será necesario. Con todo Ana Albert insistió en que en los centros de mayores se llevan a cabo otras muchas actividades, "no sólo juegan", recalcó.

El grupo socialista pedirá a los servicios jurídicos un informe sobre las apuestas en los centros de mayores. Albert aseguró ayer que sólo han adaptado la ley del Juego al reglamento de los centros de mayores. h. g.valencia