La enorme alegría con la que los comerciantes del centro histórico salieron de la reunión con los representantes del Ayuntamiento de Valencia se tornó preocupación en el día después, cuando se enfrentaron a la preparación de la pista de hielo con 21 grados de temperatura y el equipo de Gobierno municipal apretando con nuevas exigencias, entre ellas la obligación de dejar un pasillo para acceder al árbol de Navidad. Pese a ello, confían en tener el proyecto cerrado en 5 días y tener abierta la pista como muy tarde para el puente de la Constitución. Y si no pueden, el año que viene lo prepararán mejor, dijeron fuentes de la entidad.
Ya desde un primer momento, la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico explicó que el gran logro de la reunión con los concejales María Jesús Puchalt y Cristóbal Grau había sido la disposición del consistorio a aceptar una pista de hielo en la explanada de la Plaza del Ayuntamiento, algo a lo que se había negado durante años. Pero una vez conseguido eso, se enfrentan al reto mismo de organizar esta actividad, amenazada por la climatología, la premura de tiempo y las exigencias municipales.
Julia Martínez, secretaria de la asociación, teme, por ejemplo, al clima, pues el Ayuntamiento obliga a que la pista sea descubierta para respetar el árbol de Navidad y las temperaturas son altas en Valencia. La media del mes de diciembre es de 12,4 grados y la media de las mínimas no baja de 8,1%, nada que ver con otras ciudades del norte de Europa donde estas instalaciones son habituales.
Las empresas que ofertan este tipo de pista, dijo Julia Martínez, aseguran que no hay ningún problema, pero el gasto de energía puede dispararse hasta los 8.000 euros y aún así existe el riesgo de que ocurra como en otras pistas de las que «sales empapado». «Nosotros no estamos dispuestos a hacer una chapuza y por eso tenemos que estudiar todo esto con los técnicos, que son los que nos dirán algo», añadió.
Por los generadores y los equipos técnicos no ven problema, pues «nos han dicho que no hacen ruido y pueden acoplarse bien en la plaza».
Otro obstáculo, este también importante, es el equipo de Gobierno municipal, o mejor dicho, sus exigencias. Muy escrupulosos con todo lo que rodea a la Plaza del Ayuntamiento, ya advirtieron desde el primer momento que la pista de hielo debería respetar el árbol de Navidad del centro de la explanada y el Belén, además de ser respetuosa con el entorno, sin publicidad y abierta a todo el mundo. Pero ayer dieron una vuelta de tuerca más y exigieron a la asociación de comerciantes que se deje un pasillo de entrada hasta el árbol de Navidad y un espacio de cinco metros alrededor del mismo. Sólo de esa forma los valencianos podrán hacerse fotos con el árbol y disfrutarlo como todos los años.
En principio, tampoco en esto hay ningún problema, pues las pistas son moldeables, pero es otro asunto a tener en cuenta y a discutir con los posibles proveedores en lo próximos días.
Y eso es lo que no hay, días, porque hay muchos trámites administrativos y muchos flecos que cerrar. Julia Martínez se cura en salud e insiste en que si no da tiempo este año se hará el año que viene, pero ayer el presidente de los comerciantes, Rafael Torres, y la concejala de Comercio, María Jesús Puchalt, aseguraron en la Cadena Ser que sí es posible.
Rafael Torres dijo que el proyecto y los patrocinadores estarán cerrados dentro de cuatro o cinco días y desde el ayuntamiento se han comprometido a agilizar todos los permisos, entre ellos el de ocupación de vía pública o conexiones con Iberdrola en caso de que fuera éste el sistema utilizado. La previsión de los organizadores es, como muy tarde, estar funcionando durante el puente de la Constitución.
