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Diez palacios del centro histórico podrán reconvertirse en hoteles

El plan de protección de monumentos permite el uso hotelero y de oficinas en el palacio de los Catalá de Valeriola, puesto a la venta por la Generalitat - Los espacios abovedados de las escaleras de la Lonja y "les covetes de Sant Joan" serán tiendas

El Palacio de los Valeriola en la calle del Mar, 31 se reconvertirá en hotel. josé aleixandre

El plan Especial de Protección de los Entornos de los Bienes de Interés Cultural del centro histórico de Valencia contempla la posibilidad de reconvertir seis palacios y cuatro casas señoriales en hoteles o edificios de oficinas. Se trata de los palacios de Escrivà, de Valeriola, Català de Valeriola, Tremolar, Montornés y el palacio ubicado en el número 36 de la calle Caballeros, donde salió a la luz en 1994, durante las obras de adecuación del inmueble como local de ocio, parte del lienzo y una puerta de la muralla árabe. Los restos se integraron en el pub, que en la actualidad está cerrado.

En el listado de edificios catalogados compatibles con hoteles y oficinas se incluyen cuatro casas señoriales. Se trata de la Casa de la Baronesa de Alaquás, situada en el número 9 de la calle Trinquete, y otras tres casonas ubicadas en los números 9 y 25 de la calle Salvador y en el número 3 de la calle Conde Trénor.

El plan de proteccion del centro histórico permite el uso "exclusivo" hotelero o de oficinas en estos edificios y el uso comercial "mixto" compatible con viviendas. Lo que no permite el plan de protección es instalar actividades recreativas como salas de fiesta o discotecas.

La decisión de incluir como usos compatibles el hotelero y el de oficinas allana el camino a la Generalitat en la venta de patrimonio anunciada tras la apertura del complejo administrativo 9 d'Octubre. Entre los edificios históricos susceptibles de convertirse en hotel u oficinas se encuentra el Palacio de los Catalá de Valeriola, comprado en 2003 por la Generalitat al empresario Francisco Roig. La Generalitat desembolsó entonces 8,8 millones de euros por el palacio, declarado Bien de Interés Cultural y ubicado en la céntrica calle Nules. El edificio, que cuenta con valiosos artesonados, fue destinado a sede de la vicepresidencia del Consell.

El propio Francisco Roig barajó en su día la posiblidad de destinar el edificio, una vez restaurado, a usos hoteleros.

Ese es también el destino que quiere darse al palacio de los Valeriola, una antigua casa solariega del siglo XVIII en la que destacan sus cinco balcones barrocos y el remate de la última planta con galería de arquillos al modo aragonés. En los años 80, el edificio fue local de ocio. Tal como informó este diario, la familia madrileña propietaria del palacio busca inversores para completar la reconversión del edificio en hotel después de que la cadena High Tech se echara atrás en una oferta para entre en el negocio hotelero.

El objeto del plan de protección del entorno de los BIC de la zona centro incluye 29 monumentos, entre ellos la Lonja, los Santos Juanes, el Mercado Central y numerosas iglesias y palacios. Entre estos se encuentra el de Escrivà, declarado Bien de Interés Cultural y construido en el siglo XV, que también se podrá destinar a uso hotelero. Este edificio, ubicado en la plaza San Luis Beltrán, fue la antigua sede de la Sociedad de Amigos del País lo que dio pie a la construcción de grandes balcones en su fachada que cegaron elementos góticos, recuperados en una intervención en 1976. Uno de los aspectos más llamativos del edificio es la puerta gótica de acceso, despalzada del eje central hacia uno de los ángulos.

Los usos hoteleros en edificios del centro histórico parecen cotizar al alza. Además de los eventuales hoteles previstos en el plan de protección de entornos BIC del centro histórico que está tramitando la Concejalía de Urbanismo, en el número 7 de la plaza de Manises también se ha anunciado la construcción de un exclusivo hotel de cuatro o cinco estrellas que recreará el ambiente y estilo burgués original.

El uso comercial que el plan de protección de los BIC asigna algunos palacios también se extiende a los bajos abovedados de las escaleras de la Lonja y a "les covetes de Sant Joan".

El plan de protección de los bienes de interés cultural del centro histórico prevé la construcción de un mirador turístico para contemplar las cubiertas de la catedral en el edificio de nueva planta y uso educativo-cultural proyectado en el solar degradado anexo a la casa del Relojero.

El citado plan, que está tramitando la Concejalía de Urbanismo, también propone que se habiliten en el edificio, que tendrá un máximo de tres alturas, tiendas de artesanía. Como se ha publicado la decisión de urbanizar el solar anexo a la Casa del Relojero ha dado por zanjado un largo conflicto urbanístico entre la Conselleria de Cultura y el Ayuntamiento de Valencia que ha permitido, además, salvar la casa del Relojero, que será restaurada. El ayuntamiento, no obstante, no renuncia del todo a su proyecto de crear una plaza, en demanda de las peticiones de algunos vecinos, en parte del solar anexo a la casa del Relojero. Así, en el plan de protección de monumentos prevé que la parte trasera del edificio se dejará libre, se destinará a uso público y podrá ajardinarse.

Colectivos como la asociación Paco Leandro y el restaurador de la catedral han apostado por recuperar la trama histórica de la calle Micalet y el entorno de la Catedral.

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